Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







lunes, 26 de abril de 2010

ALGO DE TEATRO


-Rubén Casado-

-¿Qué te ocurre? Llevas horas sin mediar palabra.
-Ná.
- Que gracioso. Está bien, sigue así, al final te voy a confundir con uno de los muebles de la casa.
- Precisamente eso es lo que me pasa.
- Ya estamos con otra de tus divagaciones metafísicas.
- Tú has empezado, sino quieres saberlo no preguntes.
- Solo quiero saber que te pasa, nada más.
- ¿Cómo pretendes, maldita sea, cómo esperas preguntarle a un hombre qué demonios le pasa sin que este aproveche la oportunidad para exponer sus más terribles pensamientos? ¿Cómo crees que se puede contestar a esa pregunta: Con un bien, un mal? Yo no me encuentro ni bien ni mal. No sé que puñetas es estar bien o mal. Estoy, simple y llanamente. Mi oficio es el de estar. A eso me dedico. Como ese sofá, como el estúpido microondas o como esa mosca que lleva todo el santo día dándose de bruces, la muy imbécil, contra el cristal de la ventana.
- Para el carro, amigo. ¿Te has preocupado tú, alma en pena, de cómo me encuentro yo?
- Por supuesto. Llevo todo el día pensándolo. Me es imposible ocuparme de otra cosa. Me pregunto: ¿Cómo puede estar con esa cara de auto-complacencia, de aquí para allá, sin mostrar ni un mínimo signo de preocupación por este día tan feo, intranscendente y triste? No te lo pregunto porque lo sé. Sé que a ti eso te da exactamente igual. Y te envidio. Y tengo ganas de ser tú. Y tengo más ganas aún de ser el microondas.
- Pues estás muy equivocado. ¿Cómo tienes la enorme cara de decir lo que yo siento hoy? No sabes lo estúpido que puedes llegar a ser a veces. Pues si, no me preocupa nada. ¿Y qué? Me importa una mierda el hambre en el mundo, las guerras, las injusticias y tu mundo interior atormentado. Hoy solo me importa respirar. Mirar por la ventana y estar tranquila. Dime qué motivo hay para estar risueño y ausente. Estamos vivos. Tú estás vivo. El microondas no. Yo estoy viva y estoy aquí contigo. Los putos pajarillos que están cantando en estos momentos se cagan en tu tristeza. Eso es lo que siento realmente cariño, y si te molesta, ya sabes…
- Ajá, si, claro, está clarísimo,… Claro que me molesta. Esos pajarillos de los que me hablas no están cantando. Eso es lo que tú crees. Eso es lo que creemos todos. ¿O crees que alguno de esos subnormales se para a pensar que obertura de Chopin, o Wagner, o Beethoven les toca interpretar hoy? No querida. Ellos solo emiten sonidos que la propia naturaleza les ha dado por necesidad. Los peces no cantan porque no lo necesitan y no porque estén tristes. Eso es lo que me repugna de todo esto. El sentido maravilloso de “Dios es uno y todos somos en Dios”. ¡Y una leche! En ti lo único que opera es el sentimiento fantasioso y delicado de la mujer. La femineidad por excelencia. Poesía barata. No hay nada de maravilloso ahí fuera. No hay nada de maravilloso aquí dentro. Por eso callo. Por eso ando distraído. Me importa un carajo la existencia de hoy.
-Y sin embargo vuelves a hablar como un crio de nueve años, como si de una pataleta se tratase. ¿Quién te ha quitado el balón, pequeño? ¡Já! ¿Que te importa un carajo la existencia? ¡Si precisamente eso es lo que te está devorando las entrañas en estos momentos! Dedicas la mayor parte del día a encontrar la fórmula que salve al mundo y como no la encuentras te enfurruñas. Eres otro gilipollas más que juega a ser filósofo poniendo rostro serio y dándole la mayor oscuridad para aparentar misterio y secretos perdidos. Pero a mí no me engañas. Ni tu sabes nada, ni Aristóteles supo nada, ni Sócrates, ni Nietzche, ni Sartre supieron nada. Deja de esforzarte tanto y dedícate a vivir por unos momentos. Así de fácil. Nadie te lo impide. No pasas hambre, no vivimos una maldita guerra, no tienes ninguna tragedia a tus espaldas. Deja el teatro por un día y siéntate a observar lo que es esto realmente. ¿Que no hay nada más? Y qué más da. ¿Que yo fantaseo? ¿Y qué, quién me lo impide? ¿Qué mal hago soñando un poco despierta si me hace un poco feliz? Mírate tú, sin embargo, viril y heroico, jugando a ser un vago, borracho y cascarrabias. Una pena…
-¿Ya has terminado?
- Si, creo que si.
- ¿Y me dices a mi que me gusta filosofar? ¡Caramba! Se te da cancha y te explayas como una ramera bien pagada. Esto es genial, de veras. Algunas veces sois capaces de sorprender y dejarnos sin palabras cuando, mientras habláis, ponéis ese tono tan delicado y sensual que hace que a uno se le olvide todo, hasta los mayores tormentos, y solo pensemos que la vida es maravillosa por haberos obsequiado con un maravilloso y resbaladizo orificio. Realmente es sorprendente. Gracias cariño. Me has hecho ver las cosas de otra manera.
- ¿Ah si? ¿A qué manera te refieres?
-Has conseguido ponerme cachondo. Todo tiene sentido otra vez.
- Con pocas palabras se te convence, no es demasiado difícil.
- A mi solo me sirve una.
-¿Cual?
-El deseo.
- ¿Y qué es lo que deseas en estos momentos?
- Que te calles y me ofrezcas el fruto que te ha hecho llegar hasta aquí. Si para algo existimos es para procrear, para dar vida. Y ya es hora de que cumplamos con nuestro deber…
- Podrías haberme dicho antes que querías follar, no te hubiese puesto impedimento.
- Ahí has caído en mi trampa, amor mío. No contabas con la mujer que llevo dentro y a la que también le gusta soñar. ¿Qué sería de esto sin el teatro que nos rodea?
- Simplemente un buen polvo.
- Me gusta cuando nos entendemos pequeña. Me encanta.
-¿Ahora te ríes?
-Ahora soy feliz.
- ¡Estupendo!
- ¿Qué es estupendo?
-Ahora eres feliz. Ya puedo seguir mirando por la ventana.

7 comentarios:

  1. Parece un capítulo de "Escenas de Matrimonio" dirigido por Albert Camus. Alabo tu habilidad, desconocida hasta hoy para mí, para escribir diálogos. Cosa más difícil a la hora de enfrentarse a un folio en blanco para mí. Y te sugiero éste otro.
    En líneas generales me gustó pero flaquea en algunos puntos, el principal, demasiado extensa y resolución confusa, ¿estás hablando del cristianismo? Todo lo relaciono con el cristianismo jeje. Me encantan este tipo de textos, fotografías sentimentales puras... y costumbristas.

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que nos habla de la necesidad de sentirnos vivos,aún después de conocer al dedillo cada una de las columnas que forman "ese teatro".Te felicito por tu libro...y por supuesto por seguir escribiendo.Te felicito por saber encontrar un motivo cuando nisiquiera los hay.

    ResponderEliminar
  3. En realidad habla de lo teatrales que nos ponemos a veces para que la situación que estamos viviendo tenga un poco d emoción, influenciado por el cine que a veces nos hace montar escenitas que sirven para rellenar los huecos vacios de la vida. El cristianismo, sintiendolo mucho Tower, no tiene ningún papel en este dialogo. Sobre el final, totalmente de acuerdo, si, es confuso, esa era la idea. Puede tbm que sea largo, pero nunca más que "EL OBJETO ESCULTORICO EN SU TIEMPO DE RELOJ" que es mi limite de refencia.

    ResponderEliminar
  4. Jodidamente necesarios esos momentos teatrales para dar vidilla, totalmente de acuerdo

    ResponderEliminar
  5. jajajajajajajajajajajajaja, "EL OBJE QUE?"
    Lo siento Veterano.

    ResponderEliminar
  6. Toni no me jodas,pandilla de cabrones

    ResponderEliminar