Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







domingo, 20 de mayo de 2012

" El Pensamiento,el inicio de todo mecanismo, 
ese recorrido mental, desafiante e ingenuo se
convierte en el punto de partida de todo aquello 
creado después. El conducto a la realidad,
a la verdad, a la mentira, al recuerdo, al presente...
al acto más primitivo y al más futurista. 
La Gran Madre de la Filosofía, el comiendo de todo"


A. Cano

domingo, 13 de mayo de 2012

CONVERSACIONES LITERARIAS CON FABYO



- Un paseo por el averno -

No era consciente por entonces de que no hay que ir en busca de los libros sino que es preferible dejar que sean ellos los que vengan a nuestro encuentro, porque uno nunca sabe si está preparado para lo que esas pastas duras guardan dentro.

Había oído alguna vez emplear el calificativo "dantesco" para referirse a una situación grotesca, algo siniestro, o todo junto, y así imaginaba la Divina Comedia como un libro terrorífico y oscuro, repleto de monstruos que saldrían tras de mí en cuanto asomara la cabeza por ahí, y así fue al principio.

Me enfrenté a ese tremendo desafío - nada más y nada menos que atravesar el infierno - con diecinueve años, y me llevó seis o siete años y tres intentos lograr mi objetivo. 

La primera vez que me asomé a ese agujero sólo vi cadáveres y muertos y sentí miedo y salí corriendo, pero no sin antes apuntarme en una chuleta el discurso con el que Virgilio arengara a Dante a seguir adelante, cuando éste flaqueó. Alentadoras palabras que si bien sirvieron para animar al florentino a continuar con su cometido, a mí no acabaron de convencerme del todo, a pesar del tono épico con el que aún resuenan en la cueva de mi cabeza, puesto que las aprendí de memoria:

"Ahora es preciso que sacudas tu pereza, pues no se alcanza la fama reclinado en blanda pluma, y el que al abrigo de colchas consume su vida, deja en pos de sí el mismo vestigio que el humo en el aire o la espuma en el agua.

¡Ea pues, levántate!, domina la fatiga con el alma que todo lo vence mientras no se envilece con la pesadez del cuerpo, pues no basta con haber atravesado las escalas infernales. Hemos de recorrer aun un camino mucho más largo. Si me entiendes deben reanimarte mis palabras."  

Posiblemente la mejor parrafada que he leído hasta la fecha. No obstante y a pesar de que nunca he olvidado aquellas sabias palabras, tampoco nunca las puse en práctica, y es que no debieron convencerme completamente cuando salí huyendo. Pobre ignorante.

Tardé un tiempo en darme cuenta de que no había marcha atrás, que no podía volver tras mis pasos. No tenía ni puñetera idea de dónde me había metido y sin mis guías estaba completamente perdido, así que me dí la vuelta y seguí la senda por la que mis compañeros avanzaban hasta que les di alcance unos cuantos años - no sé cuántos - después.

Me dispuse con buen ánimo a retomar mi camino pero me faltaba fortaleza y no tenía disciplina así que me desalenté pronto y no tardé en abandonar de nuevo mi propósito; casi ni recuerdo mi segundo asalto a los infiernos porque pasó en seguida, duró un momento confuso y no comprendía nada de lo que estaba viendo.

Me llevó años de misantropía, concienciación y entrenamiento reunir las energías necesarias para afrontar un último intento de escapar del agujero. Y en el silencio de la siesta en las calurosas y largas tardes del verano, fui fraguando mi plan, poco a poco, paso a paso hasta encontrar a los poetas que no me habían abandonado y me estaban esperando en la frontera de aquel pozo inmenso, para cruzar al otro lado.

Lo que vi al otro lado no podría yo expresarlo con palabras ni voy a intentarlo cuando ya está hecho y está tan bien hecho, el que quiera peces... que lea la Divina Comedia.

Estaba equivocado respecto a este libro. Me acerqué a él como a un sospechoso, como quien es abordado por un mendigo y lleno de desconfianza y de prejuicios y de miedo le suelta unas monedas para librarse de su incómoda presencia cuando si se parara un rato a hablar con él se daría cuenta de lo mucho que se puede aprender de alguien que ha estado en lo más bajo.

Olvidé por momentos la importancia del nombre que se da a las cosas. Si Dante la llamó Comedia es porque en el fondo es una risa, lo que pasa es que cuesta un poco encontrarle la gracia. 

miércoles, 2 de mayo de 2012

DIARIO GENOVÉS


-Mónica Mendez-

El sol no sofoca aún, pero desde mi puesto puedo sentir sus tibios rayos, hoy va a pegar fuerte, 18º a las diez de la matina (mañana).

Como cada mañana la parte Este de la "Superba" se levanta ante mis ojos, estúpidos observadores de las creaciones de este mundo;
pero no es sino por ellos que yo podría ver este explendor urbanístico; ante mí hileras super pobladas de edificios y palacetes de alturas medias se iluminan, desde el levante hasta el poniente con los rayos del mismo sol, se podrían contar por decenas, centenas, miles, 
todos de distintos colores, rosas pastel, verdes, pistacho...si, pistacho.

 Superpuestos en distintas alturas, tomando el abrupto terreno montañoso, te recuerdan que Genova, la cittá de Cristobal Colón nunca fue pequeña; se pensó la "Superba" y se situó justo aquí, donde menos se podía pensar una ciudad, entre el cielo y la montaña, la montaña y el río, el río y la mar, para que todo navegante del mediterráneo la pudiese observar...ansiar...desear.

 El puerto de todo marinero, pirata, burgués,la Superba se da a todos, y se entrega al mar.

Los edificios, tan pegados, con sus soto ventanas de distintos colores te dejan vislumbrar, lo que un día fue, entre colonias de pescadores el puerto mas importante del mediterráneo, la cultura mas cultivada, las arcas repletas de oro...el mar.







"Anoche soñé que soñaba, hoy me levanté incrédulo, desarmado; y mañana, quizás, no sea más que la piel muerta de otro despertar"




Antonio Cano

CONVERSACIONES LITERARIAS CON FABYO



- El Paraíso Perdido -

Al principio fue el verbo, dice el Evangelio, y dice bien, pues nada había antes de la palabra, al menos nada interesante. A lo sumo, naturaleza en estado puro y bestias salvajes; todo demasiado virgen para los hombres.

Primero el Génesis, y luego John Milton, cuentan como en una semana tuvo Dios tiempo de sobra para crear el mundo tal y como hoy lo conocemos, con sus días y sus noches y sus astros celestes, sus valles y collados, sus ríos y montañas y sus mares, su vegetación, sus animales... y por supuesto la estrella de la creación: no se trata de Cristiano Ronaldo sino del ser humano, en general.

Después de seis días consecutivos trabajando sin parar - ¿qué dirían los sindicatos de esto? Ya me imagino a Méndez y Toxo movilizando a las masas en protesta por jornada laboral tan prolongada; Adán y Eva pancarta en mano "Por una jornada reducida" "No a la destrucción del Estado del Bienestar" en piquetes tratando de boicotear la obra del Creador, y el bueno de Dios pensando: "Y eso que lo he hecho todo yo. Verás la que lían cuando les toque pringar a ellos" - el séptimo día descansó.

Pues bien, si poco tiempo tardó Dios en crear el mundo, menos necesitó el Hombre para mandarlo todo a tomar por culo.

Recuerdo como si fuera ayer la reflexión que surgió en mi cabeza de niño aquel Domingo en la Iglesia, cuando el párroco local nos contó nuestro origen según el relato bíblico. Lo primero que pensé fué ¿Porqué? ¿Porqué tuvo Adán que escuchar a Eva y ésta a su vez dejarse embaucar por la serpiente? Porqué si lo tenían todo y eran felices, y así estaba bien, sin trabajo ni enfermedades ni hambre ni penurias. Sin dolor. ¿Porqué?

Acto seguido pensé: "si no hubieran sido ellos habrían sido otros. Lo que está claro es que el árbol de la ciencia no iba a seguir ahí intacto después de cientos de miles de años". De haber tenido el juicio suficiente habría añadido a mi reflexión "si no hubieran sido ellos habría sido yo mismo". Y es que pensándolo bien dudo que haya habido alguien que haya pasado por esta vida sin morder la dichosa manzana. Dudo que quede alguien que todavía no tenga un Ipad, un Iphone o un mac. 
¿No son esos los frutos del árbol de la ciencia?

Con esto no quiero decir que los científicos sean los culpables de la expulsión del Edén, ni que todos los usuarios de sus magníficas invenciones seamos cómplices, ni mucho menos que Steve Jobs - que en paz descanse - sea la serpiente. Lo que vengo a decir es que es su deseo por saber más de la cuenta, su ambición en definitiva, lo que ha perdido al hombre desde el principio y para siempre. 

Entiéndanme. Esto no es una cruzada contra la tecnología y los avances de la ciencia. Los Domingos por la tarde me gusta ver y oír a Eduard Punset dialogar con sus colegas y comparto muchas de sus reflexiones. Supongo que una vez deportados surgieron las dificultades propias de la vida y la ciencia se hizo necesaria sino inevitable. 

Me gusta chatear con mis amigos, me gusta publicar en el caca y me gusta que retransmitan los partidos pero me pregunto que pasaría si esta noche apagásemos los aparatos y mañana todos desnudos abandonáramos la protección de nuestros edificios y saliéramos a retozar al campo.

Me pregunto si volvería el Paraíso o llegaría el fin del mundo. Me pregunto si el Paraíso lo perdieron nuestros primeros padres o simplemente salieron a fumar a la puerta y después todos nos hemos ido alejando un poquito.

Me hace mucha gracia cuando me preguntan si yo la Biblia la creo al pie de la letra. Suelo responder que si esas cosas pasaron tal cual es lo que menos importa como no me importa nada si en realidad Rodian Romanovich matara a esa vieja, que me quedo con el sentido de la historia que cuentan. Digamos con la moraleja.

Me pregunto si esto que está pasando ahora mismo en el mundo no es el mismo cuento.