Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







martes, 17 de mayo de 2011

NBAcacal: Give me the Money


“El 60% de los jugadores de la Liga está arruinado cinco años después de concluir su carrera profesional”

-Tejada F.-

La NBA como organización obliga a todos sus miembros a prestar su imagen para actos en beneficio de la comunidad en la que juegan. Además es conocida la filantropía de –por ejemplo- Pau Gasol o Lebron James que gastan multitud de dinero y tiempo en proyectos solidarios.
Pero no todo es ayuda y utilización racional de recursos. Son muchos los que llegada a la cima pierden la cabeza y no saben aprovechar la inmensa suerte que tienen…

Latrell Sprewell merece un capítulo exclusivo de esta serie cacal. Pero en esta entrega sólo haré referencia a un dato de su vida que me parece significativo. A lo largo de su carrera se estima que ganó unos 95 millones de dólares. Pues bien, este peculiar tipo malvendió su mansión de Milwaukee para hacer frente a una deuda de casi 2 millones de dólares. Casi nada. En 2005 realizó unas declaraciones –ya históricas- después de que los Minnesota TimberWolves le ofrecieran un contrato por tres temporadas y 21 millones. El tipo declaró: “he rechazado esa oferta, tengo que dar de comer a mis hijos”.

Jason Caffey era un jugador que pasó sin pena ni gloria por la liga, jugador de rotación, clase media acomodada se podría decir. Pues el bueno de Jason ganó cerca de 30 kilos a lo largo de su carrera pero en 2008 se declaró en bancarrota tras deber dinero a todo cristo. Padre de 9 o 10 hijos (puede que de más) de 6 o 7 mujeres (esto creo que tampoco lo tiene claro). Empeñó sus dos anillos de campeón para poder hacer frente a pensiones alimenticias y gastos corrientes.


Scottie Pippen, el fiel escudero, el Sancho Panza con seis anillos, considerado entre los 50 mejores jugadores de la historia ha dilapidado más de 130 millones de dólares hasta el punto de tener que realizar pachangas previo pago para sacar algo de pasta. Entre otros desastres intentó crear unas aerolíneas privadas que debían llevar su nombre. Cagada al canto. Una de las características de Scottie era su inteligencia en la pista, parece que fuera de ella no era lo mismo.

Otro caso destacado es el de Manute Bol (recomiendo visionar Informe Robinson sobre la vida del gigante africano). Fulminó su fortuna a partes iguales entre desfases superficiales y ayudas a su gente en la guerra civil de Sudán en los 90. Completamente arruinado, puso su tremendo físico (delgadísimo con 2,31) al servicio de todo tipo de actos de dudoso gusto para sacar dinero.

Cedric Maxwell, jugador en los 80 de los Celtics de Boston declaró: "No sólo competíamos en la cancha, también lo hacíamos en el vestuario a la hora de tener el mejor coche, la mejor casa o el mejor traje”.

Charles Barkley fue una estrella. “El gordo” era un tipo aguerrido, extrovertido dentro y fuera de la cancha. En la actualidad es comentarista de la cadena Espn. Sus declaraciones nunca dejan indiferente a nadie. Barkley dijo: “"El día después de ser elegido en el draft me compré seis coches. Moses Malone y Julius Erving me cogieron en el vestuario y me dijeron que devolviera cinco. Devolví dos Mercedes, dos BMW y uno de los Porsches. Pese a todo, tras cuatro años en la Liga estaba arruinado por culpa de uno de mis asesores. Además, cuando alguien te pide ayuda es muy difícil decir que no, sobre todo cuando eres negro. He prestado millones de dólares a personas que no he vuelto a ver en mi vida. Si no lo haces te dicen tío, ya no eres de los nuestros. ¿Te crees mejor que nosotros? Cuando eres joven, esas cosas te llegan al corazón. Al final, dejé de ayudar a mis compañeros. Lo hice cuando uno de ellos me pidió dinero por cuarta vez para el funeral de su abuela. Le dije, ¿pero cuantas abuelas tienes?".

Según parece en una noche gloriosa el bueno de Barkley palmó 2 millones de dólares en la mesa de blackjack.

La liga garantiza una pensión tras la retirada a los jugadores que hayan disputado un mínimo de partidos. Es acojonante que más de uno (en algún momento indecentemente millonario) tenga en esa paga su único sustento y que llegado el momento diga lánguidamente lo que seguramente gritó hace tiempo en una juerga de Las Vegas: “give me the money”.

A Toni Tower Boabab
y a ese hotel decadente del sur de España.

1 comentario:

  1. Maldito Baobab. Ni puto caso a ese demagogo. Me parece uno de los mejores NBAcacal de la historia. Además, estuviste genial en la 121 recitando este texto con la barbilla pringada de VAT 69

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