Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







martes, 25 de mayo de 2010

La última noche II

En otra ocasión Ana habría considerado la proposición del joven. Sabía perfectamente lo que quería y no era la primera vez que se tiraba a alguien apenas conocido. Realmente aquel chico era distinto a todo lo que hasta entonces le había resultado atractivo, entrecruce de inocencia infantil y malintencionados excesos, paradoja cual la dejadez de su estilo cuidado. Pero el tiempo corría en su contra, ya apenas le quedaban seis horas para descansar antes de su examen. Además esa prepotencia en sus palabras tampoco le hizo ganar puntos.

- ¡que nos vamos a joder a tu casa! - exclamó el joven desmesuradamente.
- creo que has perdido los papeles - Ana comenzaba a desconcertarse.
- Aún no pero creo que me los vas a hacer perder. Por favor levántate ya y vámonos o te reviento el estómago a tiros.

Efectivamente Ana miró por debajo de la mesa y el joven sostenía un revólver apuntando directamente a su ombligo. Cuando levantó la cabeza Ana no parecía la misma, parecía llevar dos días allí sentada sin comer ni dormir, helada de frío y casi sin poder respirar el primer hilo de aire que notó en su pecho inflamado lo aprovechó para intentar gritar. Gritó a su derecha para intentar despertar al estudiante, gritó a todos lados estremecedoramente y dejó de gritar justo cuando el joven comenzó a hablar:

- No grites. Están enfadados contigo. No te quieren escuchar y tienen motivos, o los tenían; los he matado a todos y tú no los has escuchado - dijo pausadamente. Un poco más deprisa y de una forma más directa dijo dando un tremendo golpe con el revolver sobre la mesa:
- ¡ahora vámonos de una puta vez!

Ana no llegaba a comprender lo dicho. Miró a su derecha y apreció un notable charco de sangre bajo la silla del estudiante que hasta ese momento ella creía dormido. Aterrada se levantó de su sitio y miró a su alrededor e inexplicablemente todos los allí presentes estábanlo tan sólo en cuerpo; sus almas se habían marchado sin hacer ruido alguno.
El chico se levantó.

- recoge tus cosas - le dijo - si las necesitas.

Así lo hizo Ana y mientras lo hacía pensó echar a correr pero inexplicablemente, como en el argumento de sus peores pesadillas, no podía acelerar, no supo hacerlo así que comenzó a caminar lentamente por aquel ingente pasillo de mármol blanco y lunares púrpura y él seguía sus pasos. A la salida nadie le pidió indentificarse. Los guardias de seguridad ya no atendían esos asuntos. Estaban muertos como los demás, sobre sus sillas sentados, la cabeza vacía sobre la mesa y los pies empapados en sangre.

Ana conmocionada se iba poniendo su abrigo. La noche oscura contemplaba impasible aquel camino al Calvario en los ojos de ella proyectado. Realmente el miedo no dejaba pensar a Ana pero creo que caminaba despacio con la esperanza de cruzarse con un coche al que se habría arrojado con gusto o simplemente no tenía prisa por llegar al desenlace de aquella miserable noche. Ancha de Capuchinos sin embargo estaba desierta por completo. Sólo un gato que rebuscaba en la húmeda basura fue testigo de la escena.

Llegaron a la puerta y a Ana le costó abrirla. Unas cuantas escaleras y estaban dentro. El joven se ofreció a quitarle el abrigo y lo hizo sin mediar palabra entre ellos. El espanto que produjo en ella el estar tan cerca de él, la idea de unirse involuntaria a ese maldito cabrón le produjo escalofríos y le hizo tener la idea más absurda, la decisión menos acertada: llevarle engañado hasta la habitación de Rocío, su compañera, con la esperanza de que ella le ayudara aún a costa de arriesgar sus vidas. Una vez ante la puerta del dormitorio de Rocío, ella se detuvo y él se paró justo detrás.

- es mi cuarto - murmuró Ana
- adelante - dijo él


continuará

3 comentarios:

  1. Joder Frank, recuerdo... ummm ésto me lo enseñaste o comentaste, es de la cueva. Estoy en ascuas por saber!!!! Tengo muchas ganas de saber como termina la historia que empezó por Corín Tellado y se va convirtiendo en novela negra, jejejeje. Te imploro que cuelgues el III antes del fin del día de hoy por favor.

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  2. Se me ocurre un término. Anacaca... jajajajaja Es broma.

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  3. Dale Frank a la resolución que me tienes es ascuas

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