Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







jueves, 20 de octubre de 2011

INFORME II: La lotera


Salía del Café America cuando me abordó. Era Charo, la lotera. Vagaba por la acera sonámbula perdida, con los décimos colgándole de su teta buena. Tenía la cara desencajada, como si alguien le hubiese robado.

—¡Jenaro, hijo…!
—¿Qué le ocurre?
—¡Me han robado! –Sorprendentemente había dado en el clavo-.
—Dios santo, cuanto lo siento.
—Necesito que me ayudes. –Me quedé mirando fijamente su horripilante dentadura de la que colgaban dos o tres dientes-.
—Vaya a la policía.
—Tú sabes que en la policía no me harían caso.
—Qué te hace pensar que yo sí.
—Puedo pagarte.
—Al fin hablas mi idioma. De cuanto estamos hablando.
—30 euros.
—Por esa cantidad puedo prometerte rascarme un sobaco.
—Está bien, está bien. Un décimo al día durante un año.
—Tres.
—Jenaro, tú sabes que yo no tengo mucho dinero; y mis hijos…
—Charo, ¿tengo pinta de desayunar todos los días cojones de pato?
—Está bien, tres años. Es algo grave…
—Tranquilízate, dame los detalles.
—Todos los días voy a Cruz Roja, a última hora, ya sabes, a llevar la recaudación y a hacer mis cuentas. Tengo allí una taquilla donde guardo mis cositas y mi ropa. También tengo una cajita fuerte donde meto la calderilla sobrante y un anillo de oro. Me lo han robado, Jenaro. ¡Ay Dios mío, era de mi madre…!
—Lo siento, Charito guapa, en estos momentos ese anillo debe haberse transustanciado en heroína. Necesito algo más, vamos, tú sabes que puedes.
—El mes que viene te doy 30 euros más. –Volví a mirar con horror su sucio y amarillento trío de dientes-.
—Dame el 86, anda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario