Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







domingo, 25 de julio de 2010

LA LITERATURA EN NUESTRO TIEMPO

-Rubén Casado-



Me sorprende que ciertas personas, participantes de ciertos programas de televisión, programas culturales, más concretamente sobre literatura, hablen de esta como una potente arma cargada de pétalos de rosa capaz de agitar las conciencias y alcanzar el tan ansiado ideal de paz y convivencia en el mundo. Esta tarde, reunido con un grupo de personas a las que no conozco mucho, se enzarzaban en una discusión sobre qué libro era mejor o peor de los que en esos momentos estaban leyendo. Estos libros distaban mucho de pertenecer a la gran literatura de la biblioteca universal. Se trataba de títulos comerciales, ya me entienden, tochos de 700 u 800 páginas escritos para satisfacer al lector. Si algo han conseguido estas publicaciones es que el ciudadano de a pie se interese por la lectura. Puedes verlos leyendo en el bus, en la playa, en un banco o incluso mientras dan un paseo, pegados a sus pesados libros como yonkis de la palabra, esperando que el ansiado final les comunique la existencia de Dios. La mayoría de las veces (o quizás, todas) acaban decepcionados, por lo que corren al centro comercial más cercano a por el siguiente "Best Seller" de la lista. Probado está que la inmensa mayoría de lectores del planeta no se decanta por la "literatura de compromiso", esa que pretende reclutar pacifistas para luchar contra el establishment, sino que, por el contrario, se decanta por la literatura anestésica, esa que sirve para entrener y que, por otro lado, ¡oye! también está muy bien. En resumidas cuentas, la conclusión es que todas las literaturas valen y al mismo tiempo no valen (o mejor dicho, no sirven). No hay que ser muy espabilado para darse cuenta que, hoy día, no es precisamente la literatura la que marca el paso del mundo. No sé si alguna vez lo marcó, lo que es claro es que en esta, nuestra época, lo único que marca es la tala de árboles en el Amazonas. Algunos, sin embargo, siguen ahí dando la matraca con "la función social de la literatura", "la función pedagógica de la poesía en nuestro tiempo", "la función terapéutica del arte en enfermos mentales", y así un largo etc de funciones prácticas de las letras como instrumento. No sé quien fue el memo que por primera vez pensó que la literatura debía servir para algo, es decir, debía tener asignado un papel, como si se tratase de una institución más del estado. Y puede que la tenga, sin duda. Pero, cuando tengo un libro entre las manos,de un tipo con el que me siento identificado, que me habla directamente, a "mí", que hace trabajar "mi" mente, que hace que coja un ordenador, "mi" ordenador, y me ponga a teclear, no sé, me da que pensar. Pienso en todos los teóricos del mundo, en todos los promotores de premios locales y autonómicos, incluso, "los nacionales", pienso en la fundación de no se quien "para la difusión de su basta obra", pienso en todas y cada una de esas personas que se esfuerza en elevar a la literatura a la categoría de "cosa infumable" y bufo: ppppfffffff

y resulta que al pasar la página de su pedantería todos se callan
y puedo seguir leyendo.

Al fin y al cabo, es en eso en lo que consiste, no?

3 comentarios:

  1. Ok Socio, yo también tengo esa sensación a veces. Tratando de explicarlo todo, terminamos por no explicar nada. No tiene sentido asignar una función al arte porque el arte es en sí mismo inútil, de lo contrario un Pc o una persona con la suficiente constancia sería capaz de crear literatura industrial en serie. Por tanto que se callen y nos dejen. Pero por suerte leer implica un esfuerzo en atención y tiempo que no conseguirán jamás destrozarlo como han hecho con la música.

    PD: Buen verano hermano.

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  2. En cierto modo, se produce un tipo de literatura "industrial" en serie, un cajón de sastre, autores que meten intriga ficción-histórica, pizca de sexo, de violencia, de humor y vualá.

    Aunque los Larsson, Reverte, Brown, zafóni, Clancy o Julia Navarro de turno, aparte de forrarse, menos el difunto sueco claro, hacen es dar a la gente algo que leer, algo que no les joda, y relativamente no les haga pensar.

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  3. de todo tiene que haber en la viña del Señor.
    yo no cojo un libro actual mientras me queden clásicos por leer pero no está de más que haya premios y toda esa mierda. así uno siempre sabe qué libros no tiene que comprar.

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