Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







viernes, 11 de junio de 2010

MUNDIALES

Para F.J Tejada F.

Época de mundiales.
Ese gusanillo de la niñez.
La nariz de Luis Enrique
chorreando sangre por el
camino de los años.
GAMAL GHANDOUR.
Zubi colándola en el fondo
de nuestro fracaso...
3 ejemplos solo
de lo que representa,
en términos sociológicos,
la memoria colectiva.

Y luego están los otros,
esos que dicen
que el futbol es el opio
del pueblo
y que,
en estas fechas,
prefieren quedarse
en casa
leyendo a Parménides
y escuchando
a Bach
en el magnetófono.
Y bien que lo disfruten.
En lo que se refiere a mí,
bajaré a los bares
a mezclarme con la masa
y, quien sabe,
si ha vivir algo
de lo que algunos
llaman
ARTE.

-Rubén Casado-

4 comentarios:

  1. Veremos que trozo de historia nos deja esta vez, puede que se lo tengamos que contar a nuestros nietos. Por cierto, no me fio de alguien que aunque no le guste el futbol no siga los mundiales.

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  2. no sé porqué cada vez que veo a Andrés Iniesta se me viene a la cabeza Miguel Hernández.

    realmente creo que es la reencarnación del poeta sobre el campo.

    con calcetas.

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  3. jajajaja...no puedes ser mas grande porque no eres lituano.

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  4. Yo le he dado a España un mundial.
    He marcado el gol de la Victoria el día de la final.
    Jugábamos contra unos negros enormes, mucho más fuertes que nosotros y un poco más torpes.
    Yo no estaba en mi mejor momento; estaba frío y corría como un poseído por todo el campo; había salido sustituyendo a alguien, puede que a Andresito, puede que haya que llamarlo Andresón, y llevaba el siete a la espalda.
    Desperdicié un par de ocasiones hasta que encontré la que buscaba. Robé un balón, recibí sólo en la frontal del área, con un toque me coloqué ante el portero y lo fulminé de un trallazo que le dobló la mano que pretendía apartarme de la Gloria. Después corrí por el campo con los brazos abiertos como un pájaro, como corría Miguelito, mucho más rápido y ligero que durante el partido, y sentí en mi propio cuerpo la explosión de la alegría de un país entero.

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