Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







miércoles, 2 de mayo de 2012

CONVERSACIONES LITERARIAS CON FABYO



- El Paraíso Perdido -

Al principio fue el verbo, dice el Evangelio, y dice bien, pues nada había antes de la palabra, al menos nada interesante. A lo sumo, naturaleza en estado puro y bestias salvajes; todo demasiado virgen para los hombres.

Primero el Génesis, y luego John Milton, cuentan como en una semana tuvo Dios tiempo de sobra para crear el mundo tal y como hoy lo conocemos, con sus días y sus noches y sus astros celestes, sus valles y collados, sus ríos y montañas y sus mares, su vegetación, sus animales... y por supuesto la estrella de la creación: no se trata de Cristiano Ronaldo sino del ser humano, en general.

Después de seis días consecutivos trabajando sin parar - ¿qué dirían los sindicatos de esto? Ya me imagino a Méndez y Toxo movilizando a las masas en protesta por jornada laboral tan prolongada; Adán y Eva pancarta en mano "Por una jornada reducida" "No a la destrucción del Estado del Bienestar" en piquetes tratando de boicotear la obra del Creador, y el bueno de Dios pensando: "Y eso que lo he hecho todo yo. Verás la que lían cuando les toque pringar a ellos" - el séptimo día descansó.

Pues bien, si poco tiempo tardó Dios en crear el mundo, menos necesitó el Hombre para mandarlo todo a tomar por culo.

Recuerdo como si fuera ayer la reflexión que surgió en mi cabeza de niño aquel Domingo en la Iglesia, cuando el párroco local nos contó nuestro origen según el relato bíblico. Lo primero que pensé fué ¿Porqué? ¿Porqué tuvo Adán que escuchar a Eva y ésta a su vez dejarse embaucar por la serpiente? Porqué si lo tenían todo y eran felices, y así estaba bien, sin trabajo ni enfermedades ni hambre ni penurias. Sin dolor. ¿Porqué?

Acto seguido pensé: "si no hubieran sido ellos habrían sido otros. Lo que está claro es que el árbol de la ciencia no iba a seguir ahí intacto después de cientos de miles de años". De haber tenido el juicio suficiente habría añadido a mi reflexión "si no hubieran sido ellos habría sido yo mismo". Y es que pensándolo bien dudo que haya habido alguien que haya pasado por esta vida sin morder la dichosa manzana. Dudo que quede alguien que todavía no tenga un Ipad, un Iphone o un mac. 
¿No son esos los frutos del árbol de la ciencia?

Con esto no quiero decir que los científicos sean los culpables de la expulsión del Edén, ni que todos los usuarios de sus magníficas invenciones seamos cómplices, ni mucho menos que Steve Jobs - que en paz descanse - sea la serpiente. Lo que vengo a decir es que es su deseo por saber más de la cuenta, su ambición en definitiva, lo que ha perdido al hombre desde el principio y para siempre. 

Entiéndanme. Esto no es una cruzada contra la tecnología y los avances de la ciencia. Los Domingos por la tarde me gusta ver y oír a Eduard Punset dialogar con sus colegas y comparto muchas de sus reflexiones. Supongo que una vez deportados surgieron las dificultades propias de la vida y la ciencia se hizo necesaria sino inevitable. 

Me gusta chatear con mis amigos, me gusta publicar en el caca y me gusta que retransmitan los partidos pero me pregunto que pasaría si esta noche apagásemos los aparatos y mañana todos desnudos abandonáramos la protección de nuestros edificios y saliéramos a retozar al campo.

Me pregunto si volvería el Paraíso o llegaría el fin del mundo. Me pregunto si el Paraíso lo perdieron nuestros primeros padres o simplemente salieron a fumar a la puerta y después todos nos hemos ido alejando un poquito.

Me hace mucha gracia cuando me preguntan si yo la Biblia la creo al pie de la letra. Suelo responder que si esas cosas pasaron tal cual es lo que menos importa como no me importa nada si en realidad Rodian Romanovich matara a esa vieja, que me quedo con el sentido de la historia que cuentan. Digamos con la moraleja.

Me pregunto si esto que está pasando ahora mismo en el mundo no es el mismo cuento.


















2 comentarios:

  1. Me ha gustado muchisimo, casi me corro de gusto incluso, Sr.Sorel,un gran relato, lo he degustado varias veces, me encanta el tono, o como se diga que emana, como no, del temperamento mas sereno, solo vos podías escribir algo que mas que literatura es un placer para las mentes que tengan el privilegio de leerte

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  2. estas volviendo a tu gran nivel de aquellos dias oscuros de vino y rosas...eres el Kafka encubierto de la imprudencia, el soldado retirado de tatuajes en pecho...y el Taxi Driver de estas putas calles...

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