Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







viernes, 18 de febrero de 2011

EL AFRICANO SEMANAL: Hoy tengo cuerpo de Góngora



-Africano-

En mi afán por no quedarme a la zaga de la sabiduría, he iniciado un nuevo camino hacia el conocimiento. Me he propuesto devorar la obra teórico-crítica de Carlos Bousoño: Épocas Literarias y Evolución, Teoría de la Expresión Poética, El Irracionalismo Poético, Superrealismo Poético y Simbolización… además de tener en proyecto meterle mano a los diez tomos de Dámaso Alonso y a la obra de su tocayo Amado Alonso. También, en el plano internacional, echarle un ojo a Saussure, Bajtin, y al padre del estructuralismo antropológico, Levi Strauss, que no el de los vaqueros. Y todo esto, me pregunto yo, pá qué? Es que acaso voy a tener que tirar de biblioteca en alguna reunión de conocidos cuando a alguno, pongamos por caso, en el altiplano de su ebriedad le dé por hablar de la dificultad de clasificar la historia de la literatura en escuelas o épocas o sobre el amplio campo que se abrió en la pasada centuria con el estudio de la semiótica (para los anglosajones) o semiología (para los europeos continentales) en lo que atañe a la lingüística? La respuesta ya la sabéis. Los apuntes entre paréntesis denotan sabiduría sobre lo que expongo. Nada más lejos. Solo tenéis que teclear en Wikipedia Semiología y ahí encontraréis esto mismo que os cuento. Qué es a lo que voy? Voy en salto con doble tirabuzón sobre el centro de nuestra vanidad, la mía. A quién no le gustaría, cigarro en mano, hacerse con un séquito de aprendices que escuchan, oreja al cielo, las lecciones de un sabio de veintiséis años? Aquí quizás me estoy levantando las faldas y enseñando demasiado el chocho en la vía pública. Una frase que a menudo he escuchado de personas con las que me he cruzado a lo largo de mi vida cuando les he mencionado que escribo y se han interesado sobre qué, la respuesta siempre les ha ofendido tanto que siempre quise saber el por qué. “De ti mismo?? Odio leer cosas de alguien que habla de su propia vida y de sus miserias, bastante tengo yo con las mías”. Y tienen razón, quién quiere visitar las cañerías de un edificio que se está cayendo a pedazos y que, para más INRI, no es el nuestro? Y digo que nunca comprendí esta actitud, puesto que lo que más me interesa a mí, personalmente, es precisamente las miserias de los hombres a los que leo. Pocos tan hábiles he leído en mi corta carrera que no hayan dejado caer algún detalle o alguna anécdota de su miserable condición. Tal vez un día que estaban hasta los cojones y en un relato de su bibliografía han cortado la cabeza del bueno con una amplia sonrisa. Qué de lo que se ha escrito no es la vida de uno mismo? En este momento podría formularse contra esta afirmación una batería de pruebas que la dejarían a la altura del betún. Pero para mi gracia o mi desgracia esto lo van a leer tres a lo más, cuatro personas que les importa un zurullo la vida de un Africano afincado en una Ciudad sin chicha ni limoná como es mi muy amada y denostada Ceuta, Septa, Septem Frates (Siete Colinas) para los amantes de los arcaismos. Por lo que no espero elaboradas teorías contrarrestando esta, la mía, más que las habituales puyas cabronas de mis sinceros y cacagénicos compañeros de fatigas. Así es la vida, amigos míos. Por eso, he decido hoy cerrar las tapas del libro que tengo sobre la mesa, fechado en el 52, más amarillo que unos dientes manchados de Cheetos, e ir consumiéndolo limpida y despaciosamente, sin temor a tener que usar sus postulados en una discusión de altos vuelos. Un amigo decía que sin ningún complejo era capaz de cerrar el Quijote y seguidamente ponerse cómodo para ver Hotel Glam (ya hace años de esto, lo sé). Por eso, cerrad el Quijote y aplicad la oreja a lo que os digo:


Aquí copa vino en mano y cigarrillo me despido, como un vejete loco e ignorante, rodeado de libros, escupiendo gargajos, hablando con fantasmas en simposios ficticios donde sábanas blancas con agujeros negros me dan la razón, sentado sobre mis propias heces, mientras mis futuros nietos comentan desde el umbral que el abuelo, el pobre, se ha quedado lelo.

5 comentarios:

  1. ya se te ha ido¡¡

    Madre de Dios, como desbarras.

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  2. Contra las prácticas del Africano Censor. ¡No al señor Casado al frente de Cacagenesis! No a sus prácticas anti-libertad.

    www.anti-caca.blogspot.com

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  3. Gran entrega Africano, para mí la mejor de esta serie.

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