Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







viernes, 31 de diciembre de 2010

los 00's

Un año se va y otro llega. En fin, no tiene mayor importancia, todos los años ocurre.
Sin embargo, no todos las nocheviejas ponen fin a una década.
Hace diez años que empezamos este nuevo siglo, y tendrán que pasar otros tantos para que seamos conscientes del momento que vivimos. Ya queda lejos aquello del efecto 2000 y el pánico informático. Aparte de esto, es posible que el miedo aun se vislumbre en nuestros ojos. Ustedes dirán, miedo yo? miedo de que? Lo cierto es que lo tenemos. Principalmente a la muerte, también a lo desconocido, a lo lejano, a lo distinto. Tenemos miedo a caer, miedo a que nos dejen, miedo a fracasar, miedo al ridículo. Tenemos miedo de los demás y de nosotros mismos. Y el que diga que no, tiene más miedo que ninguno. Sin embargo no venía a hablar del miedo. Ha sido un tema transversal que se me ha colado al tratar del nuevo milenio y los nuevos tiempos.

Yo quería hablar de las décadas.

Es ya clásica nuestra mitificación de los 90, entre otras cosas porque fue una época mítica, y sobre todo porque lo que vimos fue la hostia. Mi querido Kurt se pegó un tiro en la cabeza. Creo que fue un tonto pero lo cierto es que de no haberlo hecho no lo querría tanto. De hecho, de no haberse quitado de en medio ahora estaría haciendo el ridículo, con su look harapiento, intentando reinventarse a sí mismo y resucitar lo que como él, está muerto. El último disco de Nirvana estaría en boca de todos los críticos, que son todo el mundo, que diríamos, ¿has oído lo último de Nirvana? se han vendido, nada que ver con los primeros discos. La verdad es que después de grabar el mejor acústico de todos los tiempos uno puede hacer lo que le salga de los huevos. Incluso hacer que todas las quinceañeras del mundo lloren al unísono.
Hubo muchas cosas buenas. El garito, el rap, las series americanas, el chat, pero nada como los chandals de los noventa. No se ha visto nada igual en la moda desde Ives Saint Laurent. Ives se despidió por entonces diciendo que lo único que lamentaba era no haber inventado el vaquero pero lo que realmente le hubiera gustado era diseñar uno de esos chandals de plástico, de colores eléctricos, y haberle puesto un par de buenos parches en las rodillas después de un aterrizaje. Después de una quemadura de cigarro era inútil intentar recuperarlo. El chandal se volatilizaba en el acto quedando su propietario envuelto por el forro, una especie de pijama blanco de esos que usan los abuelos, y con el pitillo en la mano.
Pero miento si digo que el chandal fue la mayor revolución estilística. El chandal no es más que el heredero de una época. Los ochenta. No se lo que pasaría en el resto del mundo por entonces. Cayó el muro de Berlín y todo ese rollo. Pero nada comparable con la movida madrileña. Aun me pregunto de donde carajo salió tanto personaje tan aunténtico al mismo tiempo. No hay músico en España que no se lo deba todo a los ochenta. Gabinete, Radio Futura, Los Rodriguez, Loquillo, Mecano, Los Burning, Los Secretos, Nacha Pop, Tequila, Los héroes, Golpes Bajos, Presuntos, Cómplices... podría seguir años enteros porque la lista es interminable, todo nació o se coció en los ochenta, al menos musicalmente hablando aquí en la piel de toro.
En los 70 nació la música disco, en los 60 no sé que coño tenía el ácido que cualquiera que se tomara uno tocaba como Dios, los cincuenta y el rock & roll, la segunda gran guerra y el dolor del blues, los felices años veinte y el jazz de chicago.
Pero ¿cómo se llama la primera década de un siglo?. Los primeros diez años. Es imposible, inefable. No tiene nombre. Y lo que no tiene nombre no se puede conocer. ¿Cómo le presentas a alguien a un tipo que no tiene nombre? Oye, tú, te presento a este tipo. Tú, este tipo, este tipo tú. No se puede. Por eso la única manera de saber de que va es haberlo vivido.

4 comentarios:

  1. somos hijos de la decada del miedo, de eso no hay ninguna duda...

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  2. Yo me he criado en esta época, Fran. Como vosotros en los noventa. Y siempre me rio con la Pili porque no sabemos como llamar a la década en la que crecimos. Pero da lo mismo. Aquí estamos, como todo el mundo.
    Empezando los años diez.
    Enhorabuena por el relato. Como siempre me ha encantado. Besos!
    Inma.

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  3. Noe a.k.a. no me digas maquina6 de enero de 2011, 3:04

    Reeleido, veces 3. De puta madre. Viva los 091, los burning y la jodida nintendo. Te quiero nene. La leche...

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  4. Esta década que se nos va, que ya se ha ido, han sido posiblemente los mejores años de nuestra vida; para mí lo han sido y creo que para otros muchos. En los ochenta era un niño, fue feliz como nunca volveré a serlo; en los noventa seguía siendo un crío, aunque ya no quisiera reconocerlo; quería crecer y hacerme un hombre pero no me dio tiempo. En estos diez años que van de siglo XXI aun no se si me he hecho mayor pero lo que está claro es que el tiempo no pasó en vano, y he disfrutado más que un hipy en Woodstock.

    PD esto quiere decir que por altas que estén las cotas de diversión alcanzadas en tiempos pasados, debemos estar siempre dispuestos a superarlas.

    PD2 paz y amor

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