Cacagénesis:
William Saroyan:"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".
viernes, 31 de diciembre de 2010
los 00's
miércoles, 29 de diciembre de 2010
2 breves entrañables
QUIEN HA DICHO QUE LO BELLO (no es posible)
“Tu corazón ya terciopelo ajado…”
Miguel,
y el mío
ya otra cosa
no quiere ser.
AMANECER EN EL MUNDO
A Clara
Ver cómo te levantas
a mi lado cada mañana
es como ver levantarse
al mundo.
La cara hecha un cromo
y todo alborotado
pero conservando
el milagro
de la creación.
-Rubén C.M-
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Su número favorito

Microrelato enviado a un "Concurso de relatos sobre baloncesto" y que fue injustamente no premiado. Como seguro que se lo llevó algún chupapollas amigo de un amigo, aquí en el Caca no vamos a ser menos, y aquí dejo constancia de una señora felación como mandan los cánones cacagénicos.
Mi esposa me ha dejado. El armario desolado y una fría nota encima de la mesa lo confirman. Estaba cantado. De camino al trabajo no dejo de darle vueltas, se agolpan recuerdos, la madrugada en aquel camping con la final Olímpica de Los Ángeles, o el apoyo que me daba en momentos en los que el talento no llegaba para cumplir mi sueño de jugar al basket. La jornada laboral se hace extraña cuando la mente vuela a otros sitios, navegando en nostalgia. Veo a mis compañeros contrariados, creo que notan que estoy distraído, es más, cada pocos minutos se acercan y me hablan nerviosos, gritan, todos gritan, no les hago caso. No quiero nuevas preocupaciones, pienso que puedo recuperarla, la volveré a llevar al Madison…
Definitivamente no es mi día, me lanzan cosas, me escoltan. Al menos al 7 le he señalado cuatro faltas seguidas, era su número favorito.
ENTRE TONTOS

-Toni Tower Baobab-
Veo las noticias de hoy y me sorprendo, Marta Dominguez, nuestra Marta, la tipa que acarició la gloria en los Juegos Olímpicos, para despues lograrla en un Mundial, está acusada no sólo de dopaje sino también de suministrar este tipo de sustancias a otros deportistas. Siento un terrible malestar, ella siempre ha sido un ejemplo para mí, para muchos jóvenes, no ya como deportista, sino también como persona por su simpatía y afán de superación.
Sigo, me pasó pues al Marca, ese pequeño pedazo de mierda al cual llaman periódico. Leo un artículo de un tal Miguel Serrano, titula el artículo 'Vicent del Bosc', ¿de qué Masía viniste?, vomitivo, de principio a fin. en lugar de ensalzar las cualidades de Vicente, que son muchas, se dedica a dar cera a Guardiola. Hay gente que cada día necesita más un poquito de Guerra Civil y nadita de tolerancia.
Guardiola siempre me ha parecido un chupapollas, el típico marica capaz de sentarse en primera fila en clase para después negarte los apuntes, con su perfecta letra de recaudador de impuestos, pero como entrenador no es malo. Además ahora lanza consignas políticas en las ruedas de prensa. Porque como todos los hijoputas el no es Ateo, sino Autoteo, o lo que es lo mismo, se cree Dios. Pero como entrenador no es malo.
De las últimas cuatro personas que he tenido conciencia hoy, relaciono:
-Una es una deportista que presuntamente trafica.
-Otro es un periodista tendencioso y chabacano.
-Otro es Vicente del Bosque.
-Guardiola el entrenador-modelo-político.
Pues eso, que recomiendan la lectura, pero yo me voy más cabreado que hace un rato a la cama, porque en España, mucha gente no hace bien su trabajo.
lunes, 20 de diciembre de 2010
Cuentos de otoño

Los últimos días de otoño apenas quedan hojas en las copas de los árboles y estas lluvias han limpiado un poco la atmósfera siempre sucia de las ciudades. Los campos están radiantes y plenos de valor y determinación para afrontar el invierno. Yo también.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Cuentos de otoño
sábado, 18 de diciembre de 2010
La luz de la mesita

Cuando daban las once, se metía en su cuarto y cerraba la puerta tras de sí.
jueves, 16 de diciembre de 2010
CONSUELO DE OFICIO

Para Tejada F.
Mejor no intentarlo.
Escribir sobre el amor.
Aparentar decir algo serio
sobre lo inasible. Todo o nada
de lo que diga
está lejos
de parecerse a lo que tu ya sabes.
Coger a Antonio Vega
y clavarlo en el tocadiscos
es lo más que puedo hacer,
por ahora,
esta noche.
En estos temas ya se sabe.
Mejor dejarlo en manos
de un profesional.
Rubén C.M
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Cuentos de otoño

domingo, 12 de diciembre de 2010
Cuentos de otoño

Indígenas

Los indígenas, los originarios del lugar, los que estaban primero, los que aún continúan viviendo de acuerdo a sus tradiciones y costumbres, los que en un mundo globalizado, y cada vez más homogéneo intentan seguir actuando acorde con su cultura ancestral.
En el año 2007 Naciones Unidas aprobaba la Declaración sobre sus derechos queriendo dar protección a casi 350 millones de ellos repartidos en varios países del mundo. Cuarenta y seis artículos en los que se establecen derechos muy dignos, alegando yo aquí a la más humana concepción del vocablo. Derecho a la autodeterminación, a la no asimilación forzada de culturas ajenas, a la tierra y los recursos que históricamente les pertenecieron, a la indemnización justa de los daños, a la protección, a la salud... a falta de espacio para resumirlos todos concentraré lo que yo considero la esencia de la declaración: derecho a vivir tranquilo, en paz, donde siempre, como siempre; derecho a la justicia, a la igualdad, al bienestar y mi favorito, a la pertenencia a una sociedad democrática.
¡Qué belleza la del lenguaje que todo lo puede!
¿Cómo lograr la autodeterminación, autogobierno o autonomía de un pueblo nómada, por ejemplo el de los pigmeos, que lleva miles de años viviendo libremente por la selva centroafricana? Ellos no tienen conciencia del valor capital de las cosas, ni del modo sedentario en el que el mundo concibe algo tan sencillo como el hecho de ahorrar, de plantar tomates o de construirse una casa para toda la vida. Allí no existe la igualdad, ni la justicia, ni la tolerancia. En la región de Kivu, en el Congo, donde los bantúes son mayoría, más instruidos en la vida moderna que los pigmeos, pero sobre todo, mucho más grandes y fuertes físicamente, la mujer bantú no se casa con un pigmeo porque en Kivu el pigmeo representa la más baja escala social y para él la justicia es distinta, ya que aquel que le juzgará lleva la sangre de los que ganan en número.
No me malinterpreten, alabo la Declaración, tan correcta, de los derechos que los indígenas debieran de tener. Sin embargo, tacho de hipócrita la equitativa justicia con la que se debieran arreglar las controversias que concerniesen a los indígenas, porque las minorías en la palabra “democracia” pierden la batalla por pura semiótica. El poder y las leyes fruto de la visión de la mayoría regulan el orden mundial. Es difícil creer que un mundo como el nuestro, en el que ganan a diario los poderosos pisando, en ocasiones, cuantas Declaraciones encuentran a su paso y les estorben; que sea este mismo sistema, este mismo mundo de naciones que se unen, las que protejan los derechos de los indígenas por encima incluso de los recursos y los territorios, los mismos recursos y territorios que incitan y justifican las guerras.
sábado, 11 de diciembre de 2010
Cuentos de otoño
viernes, 10 de diciembre de 2010
Yo Soy Español
Como se decía en Amanece que no es poco “las cosas de misa me se olvidan, pero la Historia de España… la Historia de España la tengo muy presente”. Bueno pues yo también la tengo presente, y por eso mismo cuando me sumerjo en sus protagonistas, en sus grandes momentos y en las decisiones cruciales me entran sudores fríos. En mi Diccionario actualizado busqué la definición de Ansiedad y esto es lo que pone: estado de alteración provocado por el análisis detallado de la Historia de España. Sorprendido por el curioso descubrimiento intenté seguir con la investigación. Me tope en la D del trasnochado diccionario en papel –enemigo declarado de Wikipedia-, con la fantástica “Desastre”, era inevitable ya que casi 50 páginas estaban dedicadas a esta gran palabra, básica en el desarrollo de nuestra larga historia. En un subapartado de estas acojonantes 8 letras rezaba: “Morfología del Desastre: de los Reyes Católicos a Pizarro, pasando por Fernando VII y otras calamidades”. Debo reconocer que este Diccionario me tenía ganado, así que llamé a la editorial y les pregunté si tenían más obras. La respuesta afirmativa me llenó de placer, y en pocos días hacía cola en Correos con mi papel de recogida de certificado en la boca. Al llegar a casa destrocé el paquete y ahí estaban los grandes hits de un país viejo y rico: “Como salir perdiendo en cada Tratado y encima creernos los mas listos”, “Como malvender Florida en dos pasos”, “Como echar al invasor gabacho con cuatro piedras… a mí no me enseña a leer ni Dios, bueno solo si Él me lo pide…”, “Golpe de Estado: del caballo y el sable al bigote y el tricornio”. Hice un parón mientras seguía ojeando este fantástico envío, mi amada patria y sus cosillas. De repente ante mí mas ejemplares: “De un Imperio en el que no se ponía el Sol a tomar el peñasco Perejil con viento duro de levante”. Mi excitación era ya absoluta, literatura de primer nivel, la estantería del retrete es el lugar adecuado. Entre libro y libro un folleto de suscripción a una revista “Suspiros de España: de Quevedo y Góngora a Ramoncín y Juan Manuel de Prada” rápidamente ponía mis datos para hacerme socio de este selecto club. La alegría se convirtió en euforia mal contenida cuando de regalo daban souvenirs, con la primera entrega: un crucifijo, una postal del Escorial, una boina de Requeté y un cursillo gratis para chiflar como un buen Maqui.
- F. J. Tejada -
Justo antes de la posguerra
miércoles, 8 de diciembre de 2010
INéDITO TOWER

-Toni Tower Baobab-
A estas horas
sólo puedo tener miedo;
a quedarme solo
a perder mi empleo
a que no me quiera
a que se muera mi madre
a estar gordo
A estas horas
sólo puedo tener miedo;
Nos han ganado
La victoria es vuestra
Entregamos las armas
Deponemos nuestros sueños
Aceptamos ser vasallos
Ya teníais casi todo el dinero
A estas horas
Tenéis;
Nuestro dinero
Nuestro futuro
Nuestras ilusiones
Nuestra fuerza
Nuestra voluntad
Pero lo que más me duele:
Es que hayáis conseguido que piense
que lo único y más importante en la vida es el dinero.
A estas horas se estudia un impuesto sobre las lágrimas
y un canon sobre la tristeza.
jueves, 2 de diciembre de 2010
Usa y sus cosas: Letal
-Tejada F.-
Como de costumbre el reo es atado a la camilla, una fría y meticulosa rutina silenciosa y escalofriante acompaña la labor de los auxiliares, un trabajo como otro cualquiera dicen algunos. Los familiares de la víctima se instalan en una pequeña grada en la habitación contigua, desde donde ven el espectáculo a través de un cristal.
Habitualmente en pocos minutos el proceso está finalizado, los condenados pierden el conocimiento en un instante y son oficialmente declarados muertos a los pocos minutos.
La santísima trinidad química se encarga.
La primera sustancia es el Tiopental Sódico, un anestésico, en pocos segundos un sueño profundo. La segunda Bromuro Pancuronio, bloqueador neuromuscular, los pulmones y el diafragma paralizados, no hay respiración, finalmente, la tercera en acción, Cloruro de Potasio, detiene el corazón en el acto.
En 2006, el puertorriqueño Ángel Nieves fue ejecutado mediante inyección letal por matar a tiros al encargado de un club nocturno en Florida, agonizó durante 35 minutos, al parecer su cuerpo no metabolizó la dosis del cóctel, testigos del suceso cuentan que su pechó se hinchó y sus ojos se movían de un lado a otro descontrolados, en blanco, una lucha salvaje contra su propio cuerpo, sufrimiento extremo.
martes, 30 de noviembre de 2010
aprendiz de nada
lunes, 29 de noviembre de 2010
(Cualquier cafetería de España, con cualquier amigo, en cualquier tiempo)

-Toni Tower Baobab- (anticipo para un posible regreso)
-Mil veces lo intenté, y mil veces fracasé.
-Entonces, ¿por qué sigues intentándolo?
-Porque una vez, creo que la que hacía el intento número 510 estuve a punto de conseguirlo. Y eso me dió la certeza de que algún día lo conseguiré.
-Pero, ¿y si jamás llegas a conseguirlo? Y si tu vida a partir de ahora sólo se convierte en una serie de intentos infructuosos. Una frustración continua.
-No, seguro que la mil y una veces es la buena. Estoy convencido.
-Lo dudo, un intento tras otro te alejas más del objetivo, porque pierdes facultades, porque estás más cansado, porque eres más viejo...
-¿Sabes qué? Eso mismo me dijiste cuando llevaba 509 intentos. Yo soy el Peña, y cuando vacío los cargadores tiro piedras.
viernes, 26 de noviembre de 2010
BREAKFAST

(Fragmento inédito del ficticio libro "USA bocaabajo" pendiente
de elaboración.)
-Africano-
Son las 9:35 de la mañana. Estamos en Granada. Clara, el gato y yo. Anoche, antes de acostarnos, me comentó que, por ser su cumpleaños, podríamos hacer un buen desayuno americano al uso que, según nuestras referencias cinematográficas, se debía componer de: Bacon, huevos, café recién hecho, zumo de naranja y tostadas con mantequilla y mermelada.
Me enfundo unos “jeans” y una camiseta arrugada que descansa solitaria sobre el respaldo del sillón. Debía de llevar ahí tres días lo menos. Impresa en ella, Jimi Hendrix exhala el humo lila de un “cigarro” sobre un fondo negro. Como era de esperar, y tras hacer inventario en la nevera, no hay más remedio que bajar al super a por bacon y naranjas. Enciendo el primer pitillo de la mañana que extraigo de un manido paquete de Lucky que se ahoga entre ceniceros atascados y botellas vacías. Expulso el humo y contemplo el día. Pienso que así debe comenzar el típico en la vida del común americano, en paro, con su tipa de resaca y la casa hecha un desastre. Pero esto es España. Allí, al menos, fuman su propio tabaco. Ya en la calle, un Sol de justicia luce sobre aquel cielo que Hemingway llamara “el alto cielo de España”. Personalmente, no encuentro ninguna particularidad en relación al resto de cielos del mundo, si bien no he visto más que el de Italia, primo hermano del nuestro. 2 kilos de naranjas y un paquete de bacon al vacío. Debía ser allá por el siglo XVII cuando Pascal descubrió la relación existente entre la presión atmosférica y la altura sobre el nivel del mar, constatando así la existencia del vacío y gracias a ello, la posterior invasión de la comida envasada en los supermercados de todo el mundo. Al mirar los filetes de bacon perfectamente amontonados unos encima de otros y comprimidos dentro de su asfixiante receptáculo, soy consciente de que el desayuno americano que tenía proyectado está lejos de alcanzar la autenticidad esperada. Aún así, ya tengo lo necesario para volver a casa y empezar a trabajar. Al abrir la cartera para pagar, me encuentro con dos míseros céntimos en el fondo del mismo calentándose alrededor de una fogata. Sin otra opción más factible, tiro de un instrumento que en raras ocasiones utilizo en mi vida cotidiana, la tarjeta de crédito. Debió ser, este invento, creado en un principio como sustitutivo del dinero en metálico, para facilitar la compra-venta y evitar los problemas subyacentes a estos materiales tales como robos, falta de efectivo, control de la falsificación, etc. Si bien, al menos en el nivel de vida en el que me muevo, la utilización de estas se ciñen exclusivamente al pago de electrodomésticos, de una habitación de hotel, de un billete de avión, de una cena o, en definitiva, lo que podríamos llamar “cosas de peso”. Llevar el poder en un bolsillo es algo demasiado goloso para el consumidor medio, como una varita mágica con la que conseguir, mediante el pago a plazos, productos de segunda y tercera necesidad. Mi necesidad, en este momento, es el cero rotundo que llenan mis bolsillos y sin más opciones, como buen americano, invito a la cajera a que lo cargue en mi cuenta. Ya en casa, la cosa resulta fácil, no hay secreto en esto de la cocina americana; unos huevos revueltos, unas buenas lonchas grasientas de buen bacon, una jarra bien llena de zumo de hermosas naranjas y el café, solo, a poder ser, o tímidamente manchado. Mientras se hace, el café, no puedo menos que imaginar una linda camarera americana, mascando chicle, con una jarra de cristal sujetada por su asa en la mano y recitando las palabras más bellas que se pueden escuchar parando a la derecha en la primera cafetería de la ya desaparecida Ruta del 66: “¿Más café?”. “Si, por favor y un trozo de tarta de arándanos”. A esto, la cafetera empieza a chillar como un reo en el corredor de la muerte y a vomitar oro negro de sus entrañas. No es lo mismo, pienso. Y no es por el lugar. Recuerdo a mi gran amigo Greg Little, compañero de piso en mi primer año de carrera. Recuerdo aquel día que recibió una enorme caja de su madre desde Springfield, Illinois, con todo tipo de productos desconocidos para mí, excepto, claro está, un extraño bote de color amarillento que según pude saber luego era la tan conocida y jamás saboreada por mí crema de cacahuete. También, una caja que contenía enormes galletas con pepitas de chocolate (similares a las comerciales chip´s ahoy) que daban ganas de guardar dentro del bolsillo de la chaqueta para una emergencia. Del resto de productos, poco puedo decir, por mi desconocimiento de los usos culinarios anglosajónes, pero si puedo hablar de algo curioso, al menos para mí, referente al desproporcionado tamaño que tenían aquellos alimentos y de las cajas y envases que los contenían. Más que para ser engullidos por un hombre parecían fabricados para estómagos superdotados o para sobrevivir a una guerra. Me atrevería a decir, incluso, que la superioridad militar de estos en sus habituales conflictos bélicos se debe, más que a su superioridad tecnológica, a la abundancia de alimentos y recursos energéticos de los que disponen.
La mesa está preparada y yo, deseando hincarle el diente a tan bello espectáculo, espero. Y al aparecer en mi mente, esta, la palabra espectáculo, me golpeo la cabeza y mascullo un sonoro “caspita” por ser tan necio al no recordar que lo crucial de un desayuno (americano) y el factor más importante a parte de los productos necesarios, su envase al vacío, la forma de pago, la elaboración, el café, su tamaño o el lugar exacto donde tomarlo, es su presentación. Me hago con una bandeja y coloco verticalmente una longeva margarita en una de las esquinas. Entro en la habitación, corro las cortinas y un refulgente sol de media mañana estalla sobre las sábanas. Allí deben ser alrededor de las 5:00 a.m. Hora de despertar.
- ¡Cariño! ¡Vamos pequeña! El desayuno…
Y te puedo asegurar que nunca falla.
martes, 23 de noviembre de 2010
Viejos sistemas en nuevos tiempos.
La protección de la Propiedad Intelectual comenzó allá por el año 1710, con el Estatuto de la Reina Ana. Hasta entonces los autores no tenían derechos exclusivos reconocidos. Este estatuto intentaba incentivarlos para fomentar en la sociedad los valores culturales y de creación. Casi tres siglos más tarde, en el año 2004, la Universidad de Málaga se vio obligada a retirar la paloma blanca de su escudo por no pagar los derechos de autor pertenecientes a los herederos del pintor Pablo Picasso. Si la propiedad intelectual no nació con la finalidad de la explotación económica, si no que más bien era esta un medio para alcanzar su verdadero fin social, ¿qué ha cambiado en este tiempo para llegar a esta nueva situación de conflicto?
Las últimas décadas de desarrollo del derecho de autor, al menos en países industrializados, han estado marcadas por una tendencia hacia el fortalecimiento del monopolio del derecho de autor mediante los sistemas de gestión, sin poner determinada atención al interés del público en el acceso a las obras protegidas. Sin embargo, la cultura se define como los conocimientos que permiten a una persona desarrollar su juicio crítico. Así pues, ¿cómo armonizar el derecho al acceso a la cultura con el derecho de autor y las leyes de mercado? Para esto, los países industrializados firmaron un acuerdo sobre los Aspectos de Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio, también conocido como ADPIC. En este acuerdo, se dejaba un cierto margen de maniobrabilidad a los estados miembros para armonizar los derechos de autor y derechos afines en esta sociedad de la información. Tal era el margen de maniobrabilidad que, mientras en Canadá nacía el concepto de "uso leal" como derecho del usuario, en España se imponía el canon por copia privada y en Estados Unidos se prohibía cantar, sin el pago de los correspondientes derechos, a las girls scouts en sus campamentos por considerarlo concierto en miniatura.
En cuanto a esto, y refiriéndonos al caso estatal, afirmar que nuestro margen de maniobrabilidad como usuarios de la cultura es un tanto estrecho, para lo que podríamos preguntarnos: ¿es en provecho de la creación cultural? No. Es en provecho de la industria cultural, del mercado y de unos pocos artistas privilegiados. En España, como en otros muchos países, la gestión de determinados derechos es obligatoriamente colectiva. Esto quiere decir que si somos autores no podremos ejercer ciertos derechos a menos que nos asociemos a una sociedad de gestión colectiva abonando los respectivos costes.
En nuestro país existen ocho, sin embargo, cada una se dedica a un campo diferente y de esta forma goza de la no competitividad. Por otro lado, para los autores y artistas, esto se traduce en la no elección de la sociedad a la que pertenecer. Si nos centramos en la que más socios y dinero recauda, Sociedad General de Autores y Editores, podremos ver con mas exhaustividad la situación de la que estas gestoras gozan, no solo en nuestro país, si no en gran parte del mundo. Conviene decir que aunque las cifras no están nada claras, según estas recaudarían entre 300.000 y 350.000 euros anuales, de los cuales la principal fuente es el derecho por comunicación pública con un 62% del total recaudado.
En principio, como artista tienes que asociarte si quieres ejercer tus derechos de remuneración. Al asociarte, tienes que pagar los costes de gestión, alrededor de un 20%. Si no te asocias, ella puede ejercerlos por ti. Tu dinero se irá a parar a la caja de actividades asistenciales, promocionales y de formación que curiosamente es, como concepto, obligatorio para las gestoras pero sin cantidad ni destino marcado por ley, lo que suele traducirse en un 2-3 % del total y destinos inciertos. En cambio, si te asocias pero no alcanzas el nivel de ingresos necesario para ejercer tu voto censitario, no podrás hacerlo, porque existe una inmensa mayoría que no vota, aproximadamente el 90%, que no cobra, alrededor del 70% y, en caso de sacar un nuevo CD, antes pagarás tu permiso de reproducción mecánica, sin el cual no podrás publicar nada, seas o no socio de SGAE. En estos últimos años las actuaciones en directo han aumentado más del doble, puede que estas cifras, en colaboración con la difusión de las nuevas tecnologías, sean parte de la causa del aumento.
Ya que la mayoría de su recaudación procede de la comunicación pública, nos centraremos ahora en el usuario que utiliza el repertorio de SGAE con fines económicos. Si tienes televisión en tu bar, pagarás aún cuando no enciendas los canales musicales. De la música que pinche tu Dj., no existirá duda alguna que pertenece a SGAE, ya que es la única gestora de obras musicales, incluidas las obras extranjeras, por lo cual no puedes decir que no es suya. Todo es suyo, porque no existe otra. Si no has pagado, ella estimará el número de obras y de veces que lo has usado, y reclamará su pago. Incluso un detective privado podría constatar lo ya dicho y posteriormente un juez que, podría haber sido alumno de uno de sus cursos asistenciales sobre protección de propiedad intelectual, te juzgaría por tu infracción.
Uno de los aspectos más interesantes de esta asociación sin ánimo de lucro es que sus órganos de gobierno no gozan de ninguna retribución ni salario establecido. Aún así, se asignan dietas por valor de 340.000 euros, que es más de lo que en sus informes de auditoría dicen recaudar. Para solventar estas contradicciones, el Ministerio de Cultura, en particular la Subdirección General de la Propiedad Intelectual y la Comisión Mediadora y Arbitral encargada de la misma, hacen un análisis de la actuación de estas entidades de gestión. El último realizado en 2008 finalizaba con la conclusión de que podría ser conveniente profundizar en aspectos tan diversos como los procedimientos de recaudación, la naturaleza de los gastos asistenciales, los criterios de asignación y reparto, la utilización de los fondos antipiratería y los posibles efectos no deseados de la legislación en el sistema de gestión. Como vemos, los órganos administrativos encargados de la vigilancia de las sociedades de gestión corroboran la situación que aquí exponemos, aunque tengamos que esperar a una profundización futura.
Volviendo al concepto inicial de 1710, por el cual el beneficio a la sociedad era uno de los fines de la protección de la propiedad intelectual, veamos como un ciudadano común puede acceder al conocimiento que le hará tener una crítica más plena.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, una mujer joven de menos de 20 años, con un salario medio anual de alrededor de 8000 euros, gasta 46 euros y 7 céntimos mensuales en ocio, espectáculo y cultura. Con este presupuesto, podría ir siete veces al cine o comprar dos compact disc. Si, en un arrebato por acceder al conocimiento fotocopiase una página de un libro protegido, su delito estaría más penado que dar un puñetazo a su jefe, por ejemplo, o, si fuera el caso, que su jefe le acosara sexualmente.
Desde otro punto de vista, los presupuestos consolidados de gasto en 2010 para el Ministerio de Cultura se fijaron en 1200 millones de euros, algunos de los cuales sirvieron para apoyar, amparar y promocionar la Fundación Antipiratería, entidad sin ánimo de lucro, formada por productoras archiconocidas como Buena Vista Home Entertainment, Paramount Home, Columbia, Universal... La última campaña publicitaria realizada por esta fundación, "Ahora la ley actúa", le costó al Ministerio más de dos millones de euros.
Frente a todo esto, existen comentarios por parte de integrantes de estas sociedades de gestión que señalan que el problema es la pérdida de los valores morales por parte de la sociedad. Sin embargo, la perspectiva económica es, posiblemente, la más influyente de la época actual, y a parte de esta, existen varias consideraciones demasiado importantes relativas al derecho de autor que parecen olvidadas, tales como la libertad de expresión, el derecho a la cultura y el acceso a la información y al conocimiento. ¿Cómo ejercerá el ciudadano estos derechos sin el acceso a la información, al conocimiento y a la cultura en su más extensa concepción? Si las leyes del mercado marcan los límites de acceso al desarrollo crítico, tendremos una sociedad menos crítica y una democracia menos participativa. Los órganos políticos y administrativos deberían ejercer mayor presión para que todos disfrutáramos del placer de crecer como persona y, por supuesto, como ciudadanos. Un mejor uso del margen de maniobrabilidad que anteriormente se había acordado y una mayor actuación de vigilancia por parte de las administraciones públicas.
Esto no significa que desaparezca el derecho de autor, si no una mejor gestión de los derechos a favor de los autores y de los usuarios, un balance justo en beneficio de la creación y el consumo cultural, ya que el actual sistema es obsoleto, opaco y enormemente lucrativo para la gestión colectiva en detrimento de la cultura y el desarrollo humano.
- por Inma Ruiz Ruiz -
sábado, 20 de noviembre de 2010
Grandes Biogracias: Felipe II

Felipe II era buen pive.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Tren

El tren salió con puntualidad suiza. Esa estación maldita que recordaremos siempre, en la que Sabina se bajó. Las afueras de la gran ciudad son una galería decadente de grafos en puentes, naves y almacenes abandonados, mezclados con modernos centros comerciales, configurando el inevitable contraste de las grandes urbes. Pronto la nada, una gran extensión en la que no hay barreras al ojo humano, grandes atardeceres manchegos, en los que Quijote vagaba, aunque dos horas seguidas viendo una monótona llanura son suficientes para no mirar más por la ventanilla e intentar centrarse en el micromundo del vagón clase turista en la que estoy instalado. Tengo delante una chavala que constantemente habla por teléfono, busca arreglar una relación que parece muy desgastada, no es feliz, cada minuto es un reproche, ataca constantemente a su interlocutor, viaja al Sur para escapar. Justo al otro lado del pasillo un señor con portátil no deja de teclear, habla por el móvil para recordar a su hija que lo recoja, tiene prisa, una gestión rápida y vuelve a Madrid, algo de una escritura. Las más relajadas del vagón son dos señoras mayores que han ido varias veces al restaurante, al pasar hablan con todos, dicen que van a por café -con anís- se han jubilado, son hermanas y se retiran a una casita de Cazorla, escuchar la naturaleza y asar panceta en la lumbre serán su quehaceres.
El sonido del tren es duro y afilado al pasar por los acantilados y puentes de hierro en Despeñaperros, entramos en la vieja y estoica Andalucía, la que se ha jodido trabajando toda la vida. La Andalucía de Adriano, Séneca y Machado, la del mirador de San Nicolás, la amante de África, la de las playas de Cádiz, la hija bastarda de Europa.
Un tipo con camisa y corbata a juego, que no se había movido en todo el trayecto, comienza a silbar, parece que llegar al Sur lo ha hecho feliz. De repente un frenazo, no el típico bajón de velocidad, no, un frenazo, muchos metros después nos detenemos completamente. No hay estación, estamos en medio de la nada, algo ocurre. Las hermanas deciden pasar la incertidumbre en el vagón-bar. El tipo sigue silbando, la joven llama a su chico y discuten, esa pareja está herida de muerte. Entra el revisor, nos dice nos van a cambiar de tren, el asombro es mayúsculo. Con gesto serio, el tipo calvo y trajeado dice que un suicida se lanzó desde una roca a la vía, el tren no pudo frenar a tiempo, ahora estaban esperando al juez de guardia para levantar el cadáver. La tragedia también es Andalucía. De ser el maquinista también esperaría el relevo.
- F,J, Tejada -
Grandes Biogracías: Winona

No sé desde cuando me gusta Winona.