L@s chupa sangre

-Mónica Méndez-

A lo largo de nuestra vida conocemos a muchas personas, de esas experiencias aprendemos e intentamos en el futuro no cometer los mismos errores, sin embargo, nuestra inocencia, ignorancia, o si queréis llamarlo gilipollez mental provoca que de vez en cuando el mal se infiltre en nuestras vidas obligándonos a cometer errores que ya habíamos cometido antes.
- Ya sabes, un clásico, tropezar dos veces con la misma piedra
Esto suele ocurrir sobre todo cuando entra en escena lo que se denomina en término popular un CHUPA SANGRE.
El chupa sangre es un ser que no sabe hacer las cosas por si mismo pero que al carecer de sentido de la ética y la vergüenza hace lo único que puede y sabe para conseguir sus fines; chupar la sangre.
El citado parasito puede estar encubierto en el cuerpo de un compañero de trabajo, de clase o peor aun (y este entra en la categoría de chupa sangre profesional) de un "amig@".
Desde aquí informare de su método de actuación para que todos estéis alerta, a ver si podéis evitar que este tipo de ente llegue a vuestro entorno y contamine como un virus vuestro bienestar.
Aquí os apunto ciertas características por las cuales podréis reconocerlos:
- El chupa sangre es aquel que a la hora de pagar las cañas nunca lleva dinero o nunca el suficiente, por lo que siempre consigue comer y beber a costa del resto.
- También podréis reconocerlo porque es el típic@ que cuando hablan otros hace que escucha pero en realidad no estará a gusto hasta que se hable de algo sobre lo que él tenga mucha información (este tema normalmente suele ser él/ella mismo)

- El chupa sangre también se caracteriza por ser el que desaparece durante algún tiempo, pasando totalmente de la peña (por trabajo, un nuevo novi@, por la universidad) y cuando vuelve decide imponer su modo de vida a los demás, y lo peor de todo, despreciando todo lo que antes hacíais porque eso no es lo que mola ya para así ser siempre el centro de atención.
TENED CUIDADO SI HAY ALGUIEN PARECIDO A VUESTRO ALREDEDOR.
Cordial saludo.
Mónica Méndez en colaboración con la Organización mundial de la salud