Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







miércoles, 13 de octubre de 2010

Compañeros compatriotas contemporáneos

Enseñanzas de la edad


Compañeros, poetas del futuro:



sed buenos con nosotros;



intentad comprender cómo pudo ser tan duro



este inútil vivir en vaguedad,



este fracaso, al fin debilidad.



Ahorcados nos veis, en vuestros días,



hacia el olvido, ya en bibliografías,



sólo borroso haber tradicional,



huesos al viento en las antologías,



seco polvo de tesis doctoral.







Hermanos, los poetas del mañana:



si queda entonces imaginación,



pensad qué mal negocio es esta vana conciencia



nunca en paz de los que son



poetas de una >.



Diréis:


hechos a lo sublime, de repente



quisieron ser reales, y era tarde.>



Y no sabréis que hoy damos por valiente



al que no es peor cosa que cobarde.







Vosotros no andaréis tan divididos,



queriendo al mismo tiempo estar atentos



al yo en sus más recónditos latidos



y al dolor de los prójimos hambrientos



pisados por los ricos y violentos.



Nacidos en justicia y en cultura,



tal vez seréis voz lúcida y madura



del mundo, y, en hermosa perspectiva,



ya ni recordaréis, desde esa altura,



nuestro torpe tanteo, a la deriva.







Pero si sois benévolos, hermanos,



y encontramos merced en vuestras manos,



por ese corazón os querrán bien



poetas de otros siglos más lejanos:



¡y buena falta os puede hacer también!.







- José María Valverde -





Sé tú mi límite




Tu cuerpo puede



llenar mi vida,



como puede tu risa



volar el muro opaco de la tristeza.







Una sola palabra tuya quiebra



la ciega soledad en mil pedazos.



Si tú acercas tu boca inagotable



hasta la mía, bebo



sin cesar la raíz de mi propia existencia.







Pero tú ignoras cuánto



la cercanía de tu cuerpo



me hace vivir, o cuánto



su distancia me aleja de mí mismo,



me reduce a la sombra.







Tú estás, ligera y encendida,



como una antorcha ardiente



en la mitad del mundo.







No te alejes jamás:



Los hondos movimientos



de tu naturaleza son



mi sola ley.







Reténme.



Sé tú mi límite.



Y yo la imagen



de mí, feliz que tú me has dado.







- José Ángel Valente -





Me basta así



Si yo fuese Dios



y tuviese el secreto,



haría un ser exacto a ti;



lo probaría



(a la manera de los panaderos



cuando prueban el pan, es decir,



con la boca)



y si ese sabor fuese igual al tuyo,



o sea



tu mismo olor,



y tu manera de sonreír,



y de guardar silencio,



y de estrechar mi mano estrictamente,



y de besarnos sin hacernos daño



- de esto si estoy seguro:



¡pongo tanta atención cuando te beso!...-



entonces,







si yo fuese Dios,



podría repetirte y repetirte,



siempre la misma y siempre diferente,



sin cansarme jamás del juego idéntico,



sin desdeñar tampoco la que fuiste



por la que ibas a ser dentro de nada.



Ya no sé si me explico, pero quiero



aclarar que si yo fuese



Dios, haría



lo posible por ser Ángel González,



para quererte tal como te quiero,



para guardar con calma



a que te crees tú misma cada día,



a que sorprendas todas la mañanas



la luz recién nacida con tu propia luz,



y corras



la cortina impalpable que separa



el sueño de la vida,



resucitándome con tu palabra,



Lázaro alegre,



yo,



mojado todavía



de sombras y pereza,



sorprendido y absorto



en la contemplación de todo aquello



que, en unión de mí mismo,



recuperas y salvas, mueves, dejas



abandonado cuando - luego - callas...



(Escucho tu silencio.



Oigo



constelaciones: existes.



Creo en ti.



Eres.



Me basta.)







- Ángel González -




1 comentario:

  1. cuando decia publicar me referia a propia cosecha. Aun así buena selección Mr.Duken. Siempre fino y delicado. Aunque esperamos con ansias nuevas endechas y alejandrinos de tu santa mano (con profunda carga de ironia, estas, mis palabras) Un abrazo

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