LA PASIÓN
La cuestión de la peli preferida, la peli favorita, es una cuestión controvertida. En los rankings que circulan por ahí siempre aparece Ciudadano Kane en lo más alto del pódium. No sé, está bien, pero no es para tanto, creo yo. Mi profesor de ética en el bachillerato nos habló de aquella película y creó tal expectación en mí, que cuando pasados x años la vi, me quedé un poco decepcionado. No me pregunten por qué.
Woody Allen dice que la suya es Luces de Ciudad de Chaplin, que le encanta el humor tierno del genio mudo, y posiblemente busca siempre hacer algo parecido en sus pelis, que por cierto me encantan. Hay al menos dos o tres pelis de este tío que bien podrían ocupar el primer puesto en mi particular escalafón cinematográfico. Sin embargo ese puesto hay que ganárselo, y sobre todo, como bien diría un raper, lo difícil no es llegar, lo chungo es mantenerse.
Mi primera peli preferida fue Pactar con el Diablo. En qué mala hora la vi, seducido por Pacino, y por Ally McBeal me vi estudiando derecho sin saber muy bien porqué. En menudo lío me he metido pensé al cabo, y por pocas salgo.
Decía Sthendal que leía todos los días un capítulo del Código Civil francés, el Code Napoleon, porque en las leyes encontraba inspiración en su obstinada búsqueda del lenguaje preciso; sin embargo todos estos años estudiando derecho más que tino en el uso de las palabras me han proporcionado cierta cultura literaria y cinematográfica, y digo cierta, que no es mucha ni poca, es la que hay.
El uso de las palabras lo manejaba como pocos Aristarain cuando rodó Martin Hache que se convirtió en mi favorita desde el primer momento que la vi. Luego Win Wenders dio una vuelta de tuerca más al texto, introduciendo - de manera primorosa a mi entender - la poesía en un guión, y Cielo sobre Berlin, acertada traducción al español del título original Wings of Desire, se convirtió en mi obra cumbre del celuloide.
Sólo había un hombre capaz de desbancar a Wenders. Recordáis al colega que decía que los judíos eran malos?, pues precisamente con él fui al cine a ver La pasión de Cristo según Mel Gibson. Fumamos un pitillo para hacer tiempo antes de entrar a la sala, en la puerta de un hipermercado. Inconscientemente nos estábamos preparando para el linchamiento. Qué dureza de película. Ahí descubrí al verdadero Mel. Le había visto en Arma Letal, que no es santo de mi devoción, pero en la que rodaba una magnífica escena al borde del suicidio con una pipa en la boca. Le vi en Braveheart luchando hasta el final contra la opresión y la injusticia. Le vi en las noticias detenido por conducir borracho. Pero no lo reconocí hasta que se puso tras la cámara. Qué cabronazo!
Con la Pasión la lió parda pero la cima la alcanza en Apocalipto. Es trepidante. Esa película me sobrecoge desde que empieza hasta que acaba, dura más de dos horas y la he visto más de tres veces. Nunca decae. Es la hostia!
Luces de Ciudad la tengo en la recamara, tambien "la quimera del oro" una de las peliculas favoritas de Billy Wilder. El tema es peliagudo de cojones. Lo de pactar con el diablo voy a hacer como que no lo he oido. Yo lo veo así: Estan las que historicamente han marcado un antes y un despues: Pongamos El acorazado Potemkin, que la vi el otro dia y tuve que hacer un sobreesfuerzo por ponerme en el pellejo de un hombre de principios de siglo para apreciarlo. No lo conseguí, fue soporífero, pero se entiende, hay que valorar las cosas con distancia. Luego estan las que nos han dado en la zepa dejando a un lado el julandronismo academico, y ver las cosas como mero espectador. Y ahí, amigo mio, soy de Martin Hache.
ResponderEliminarCuando me pongo a ver una peli quiero pasar un buen rato. aparcar mis rayadas durante un par de horas. olvidarme de que existo y de que existe el mundo y sólo hay una cosa que logre esto que digo: una buena historia.
ResponderEliminarNo quiero cambiar mis rayadas por las rayadas de otro, ni que me planteen dilemas existenciales ni que me den lecciones de moralidad o de historia.
Todo eso vale siempre que la cinta sea entretenida. El día que vi 2001 una odisea en el espacio no se me olvidará nunca porque fue el día más largo de mi vida.
cambiando de tema. He tenido una velada bastante mierda en todos los sentidos esta noche. Se me ha ocurrido deleitar al personal con el disco King of Blue de Miles Davis mientras echabamos unas copas. La opinión general ha sido la siguiente: "Pon otra cosa que nos vamos a quedar dormidos". Cada día estoy mas convencido de que soy un extraterrestre o de que estoy en el infierno rodeado de demonios, por que no me explico el grado tan elevado de subnormalidad que me circunda. Al final de la noche he barajado seriamente colgarme de un clavo, pero no tengo caja de herramientas, así que me he metido en la cama humillado hasta el tuetano por una panda de hijos de puta que no tienen derecho ni a respirar. Espero que mañana el gorgojeo de algún pajarillo estúpido me den ganas de seguir adelante, porque vaya tela como está el panorama, es demencial, nada tiene sentido
ResponderEliminarSiento descargar mi ira en el caca pero es que si no reviento
champ no está echa la miel para la boca del asno ni las perlas para los cerdos ni el buen jazz para los tontos
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