Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







viernes, 22 de abril de 2011

EL AFRICANO SEMANAL: Me meto y me salgo que el agua está muy fria





-Africano-





No quiero confusiones ni malentendidos. Y en estos temas menos. Tomemos distancia. Intentemos mirar las cosas desde un punto de vista que supere la superficie de nuestros sesos y contemplemos. Lo sé, el panorama es desolador. Somos hormiguitas laboriosas y obedientes que contruyen, cavan su propia fosa. Pero entre esas hormiguitas, ajenas a la grandiosidad del cosmos, unos bichitos, unas garrapatas, chupasangres y carroñeras, se entremezclan entre la masiva muchedumbre. PROGRES. Cuando Ortega hablaba de la Rebelión de las Masas no me cabe duda de que se refería a ellos. Más listos que el hambre, diría mi abuela, o la tuya. Pues como el hambre, consumen los cuerpos, disecan, momifican el alma, dejándola con aspecto famélico y pellejoso. Algunos se preguntarán por qué el Africano mete el dedo gordo del pie en la orilla helada de la política y es que tengo que confesar que me ha costado enorme trabajo decirme sobre lo oportuno de meterse en tejemanejes tales. Pero hay cosas que a uno le llegan al alma, por no decir a la concavidad de los cojones, cuando se tocan cosas sagradas. Y es que lo sagrado no ha de ir ligado, necesariamente, a lo religioso.




Intentaré explicar mi mala ostia atendiendo a la Semana Santa, por cercanía temporal. Resulta que se está deciciendo o se ha decidio eliminar lo castrense de la Semana Santa. Y es que, en la Cruzada llevada a cabo por el Gobierno con sus afamadas políticas prohibitivas parecen tener la diana puesta en los usos y costumbres de la tradición. Y es que da que pensar, el por qué o el para qué de elaborados planes huxleyanos a los que estamos siendo sometidos. Lo primordial es eliminar todo vestigio de singularización ya sea del individuo o del colectivo. Parece ser que el objetivo es la tan ansiada alienación total de la población mundial. Y es que cuanto más iguales seamos, más estandarizados estarán los productos que a bajo coste de producción nos podrán vender. Que quiero decir con esto. Pues que por deducción lógica, todas las prohibiciones que a día de hoy estamos sufriendo responden a la misma necesidad: reducir perfiles. Qué gilipollez, se me dirá. Bendita Teoría de la Conspiración, chato. Está bien, llamadme loco, o Romario, lo mismo me da. ¿Qué tiene que ver esto con que lo castrense sea eliminado de la Semana Santa? Pues que, a su pesar, esta, la Semana Santa, no se escapa del bisturí. Se trata de una gran operación de marketing en la que todos los aspectos de la vida han de ser influenciados para que, sino directamente, si indirectamente favorezcan al resutado final. Se trata de que la cirugía se practique en una sala lo más aséptica posible. Lo importante es que el esqueleto se conserve con vida mientras el resto de sus miembros son borrados del mapa. Por lo que el último corte, me imagino, será el eliminar totalmente la Semana Santa por ser contrario a tal (¿?). Así, no es de extrañar que el tema que tocamos también sea víctima del lavado de cara, esto es, el que no quieran que en una celebración religiosa esté involucrado un cuerpo del Estado, pues el Estado no debe ser más afín a unos consumidores que a otros. El Estado, como aparato carente de alma e inteligencia, no puede reflexionar sobre el sentido de las cosas. Su ultraneutralidad le impide tener una opinión acertada del mundo. Para él solo hay ciudadanos, no personas. El ciudadano no fuma, las personas si. El ciudadano no asesina, las personas si. El ciudadano no se droga, las personas sí. El ciudadano no tiene religión, espíritu. Las personas, al menos de momento, sí. Se caracteriza por ser totalmente ajeno a la vida. Ya oigo el tipico progre gritar: ¡¡"Esto es un país LAICO" "Abajo los crucifijos" "fuera los velos, vejan a la mujer"!! Pero ¿qué mierdas pasa?? Por favor, hagamos un ejercicio de reflexión, a quién, en sus sano juicio, le molesta, le ataca, le ofende, le jode, que la Legión cante "el novio de la muerte", que desfile junto a un paso de Semana Santa. Soy ateo y apolítico, un asco vaya, y por dios que me parta un rayo que no soporto un uniforme militar ni policial, y ya no hablemos de uniforme, sino de escuchar hablar a los que los rellenan de sus jodidas batallitas. Pero, maldita sea, cuando era pequeño me sentaba con mi madre en el escalón del portal de mi casa a ver pasar a aquellos enormes, titánicos legionarios, con sus peludos pechos, sus camisas abiertas, sus aterradores tatuajes, su mirada al infinito, sus gorros con borlas. Recuerdo como todos los niños nos poniamos a su altura a imitar los pasos militares, disciplinados y rectos, soñando ser de mayores uno de aquellos valientes soldados. Solo el esperar en aquel escalón, viendolos llegar de lejos, me ponían la piel de gallina. El otro día los vi, ya con menos épica sin duda, pero al verlos desfilar con aquel paso ligero algo me emocionó, me sentí raro al tener sentimientos especiales hacía aquello en un contexto tan ajeno a mi. Pero así es la vida, y así es el mundo, y en tales circunstancias nos pone, trastoca nuestros planes, nuestras ideas fijas, para que reflexionemos profundamente sobre las cosas y así enseñarnos y mostrarnos que no todo es H ni todo es B. Así, a pequeños cortes, van ventilándose todo aquello que les estorba en pos de la neutralidad. Estos PROGRES, estos fanáticos, dementes, fantasmales burócratas, quieren con esto aniquilar todo vestigio del pasado. Quieren que el producto se venda entre una población lo más homogenea posible. Cuanto más nos parezcamos españoles, franceses, italianos, alemanes, británicos, estadounidenses, portugueses... menor será el coste por unidad al tener el perfil del consumidor medio perfectamente estudiado. Y me consta que en los paises mencionados la estrategia va por el mismo camino. Las diferencias cada vez son menores, de eso no hay duda. Y el idiota que crea que eso es bueno apañado va. La diferencia es rica, creativa, abundante, volcánica, multicolor... lo igual gris, esquelético, mecánico, mortuorio. Es por este motivo y no por otro por lo que me meto donde no me llaman. Y es que estoy hasta los mismísimos huevos de que estos prohibicionistas hijos de mala madre, politiquillos del tres al cuarto, dicten a golpe de decreto lo que ellos creen que es bueno o es malo para el hombre o la mujer. Y es que el cáncer son ellos mismos y no lo saben, o sí... Total, paro y me callo, pues de seguir así acabaría hablando como uno de ellos.

A este paso todos nuestros recuerdos serán solo eso, recuerdos. Porque el mundo, por algún motivo oscuro, se avergüenza de su pasado o simplemente este le supone un obstáculo demasiado molesto para conseguir sus fines.
Que digo yo, si no se tratará solo de conseguir su fin.

1 comentario:

  1. La tradición es el alma de una sociedad, es lo que nos hace reconocibles.

    ResponderEliminar