Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







jueves, 13 de octubre de 2011

RESEÑA: Rayuela; Julio Cortázar


-Rubén C.M-

Simplemente una genialidad. Sin lugar a dudas una de las obras más importantes del Boom latinoamericano. Se ha dicho de todo sobre este libro y sobre su autor, es por ello por lo que probablemente este lejos de aportar algo a lo ya escrito sobre eltema. En cualquier caso, estoy seguro de no aportar nada tampoco a la crítica del resto de libros reseñados en este blog así que intentemos al menos decir algo.
Si hay un libro que me haya hecho perder el miedo (o más bien el asco) a lo fantasioso, mágico o como se le quiera llamar ha sido este. Pienso que la clave está en que aquí el autor tiene la decencia de no tomar a sus lectores por tontos. Les exige un esfuerzo y un reto a través de sus páginas. La tarea, a pesar de ser dura, tiene sus recompensas. Una de ellas es la de acceder a un mundo personal que pertenece por derecho propio a otra realidad. A pesar de ello, tiene la suficiente lucidez para permanecer con un pie sobre esta, dando lugar a lo real-maravilloso. Y su forma de acceder a ello es el juego. El juego en todas sus variantes posibles. El argumento se convierte en algo superfluo para dejar campar a sus anchas a los personajes. Estos, en su negación de lo cotidiano, se lanzan a la búsqueda de otras realidades que por lo común rayan en lo absurdo. Rayuela irradia vida y sentido del humor, al mismo tiempo que deja un halo de tragedia y desolación. Todo o nada, parece repetirse Horacio, protagonista de esta antinovela, en su afán de alcanzar el cielo de la Rayuela. El Jazz está presente a lo largo de toda la obra, como metáfora del tiempo que fluye sin fin y en el que la espontaneidad y la improvisación dan ese toque de alegría que aporta sentido a la gris realidad. El léxico que maneja Cortázar es tan rico que por momentos el significado deja de tener relevancia, dejando paso al lenguaje universal de los significantes que, como la música, transmite mensajes solo comprensibles por la sensibilidad del inconsciente.
La novela se ofrece a ser leída de forma lineal o a modo de collage, alternando capítulos siguiendo un esquema facilitado al comienzo del texto. Destacar también el torrente referencial que desarrolla Cortázar aludiendo a diferentes artistas, las más de las veces en aquellas deliciosas conversaciones intelectuales que se producen entre los diferentes personajes del libro.
Un experiencia en toda regla esta obra, que a los pocos capítulos consigue atraparnos en esa red maravillosa de calles que forma el sistema nervioso de Paris: la Rue de la Huchette, la Place de la Concorde, Montparnasse, Saint Germain Des-pres, Sévres-Baby-lone, Rue Des-Lombards, Boulevard de Sebastopol, Montmartre, Rue de Seine, Reu de Cherche-Midi, Rue de Verneuil, Marais, Pont Des Arts… dejandonos con la esperanza remota o posible de encontrar, a la vuelta de una de sus esquinas, el inolvidable rostro de La Maga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario