-Africano-
Hoy el Africano se ha levantado a las 8 de la mañana para hacer una descarga. Qué digo una, tres. Tres trailers hechos y derechos. Es irónico que el día que tenía que protestar en mi ciudad por la precariedad de la vida social española van y me dan trabajo. Eso sí, de 10 euros que se pagaba la hora hace apenas tres meses, en la misma ETT, hemos pasado a 7,65.
Es el día más feliz de mi vida, que a su vez va a estar secundado por uno de los tantos tristes que llevo sufriendo desde hace un tiempo. Pero qué coño! Soy un afortunado. Me he calado mis guantes de guerra y he cargado aglomerados sobre mis hombros como si no hubiese mañana. He visto la traspaleta y me he abrazado a ella como a una vieja y fiel amiga que conocí en tiempos de bonanza, de descargas de cajas de gambas argentinas y colombianas en Loja, de frio granadino y pitillo satisfecho en la comisura de los labios. De cuando aún existía la esperanza de tener un futuro mejor. Y lo tengo, dios mío si lo tengo. Cinco años después vuelvo a tener el mismo trabajo pero con una diplomatura bajo el brazo, por un día, cuando perfectamente podría haber estado en casa rascándome los sobacos. Alabado sea el Señor. Vuelvo a creer en el ser humano. Hemos vuelto a debatir en asambleas primitivas sobre como colocar las manos para no joderte los riñones y sobre la mística de colocar el material perfectamente orientado hacia la Meca. Me he sentido hombre entre los hombres. Hemos formado una perfecta cuadrilla de pringaos que se han dejado los lomos para descargar una exposición sobre las drogas. Exactamente contra las drogas, de la Fundación la Caixa. Hablando de Caixa, bancos, cajas y demás. Quién dice que nos están robando. Gracias a su estúpida exposición sobre los efectos nocivos de las drogas voy a recibir una retribución que no me va a llegar ni para comprarme la soga de la que va a colgar mi rabia. Drogas!!! La verdad que el jodio al que se le ocurrió debía ir de merca hasta las cejas mientras una putita de las Ramblas se la abrillantaba concienzudamente. Pero hay que reconocerselo. Son listos. Mentes brillantes. Lo mejor de nuestra raza. Han sido capaces de despertar a la bestia por la apetitosa cantidad de 7,65 la hora.
Por cierto, es la hora, me voy a la plaza pública...
Hoy el Africano se ha levantado a las 8 de la mañana para hacer una descarga. Qué digo una, tres. Tres trailers hechos y derechos. Es irónico que el día que tenía que protestar en mi ciudad por la precariedad de la vida social española van y me dan trabajo. Eso sí, de 10 euros que se pagaba la hora hace apenas tres meses, en la misma ETT, hemos pasado a 7,65.
Es el día más feliz de mi vida, que a su vez va a estar secundado por uno de los tantos tristes que llevo sufriendo desde hace un tiempo. Pero qué coño! Soy un afortunado. Me he calado mis guantes de guerra y he cargado aglomerados sobre mis hombros como si no hubiese mañana. He visto la traspaleta y me he abrazado a ella como a una vieja y fiel amiga que conocí en tiempos de bonanza, de descargas de cajas de gambas argentinas y colombianas en Loja, de frio granadino y pitillo satisfecho en la comisura de los labios. De cuando aún existía la esperanza de tener un futuro mejor. Y lo tengo, dios mío si lo tengo. Cinco años después vuelvo a tener el mismo trabajo pero con una diplomatura bajo el brazo, por un día, cuando perfectamente podría haber estado en casa rascándome los sobacos. Alabado sea el Señor. Vuelvo a creer en el ser humano. Hemos vuelto a debatir en asambleas primitivas sobre como colocar las manos para no joderte los riñones y sobre la mística de colocar el material perfectamente orientado hacia la Meca. Me he sentido hombre entre los hombres. Hemos formado una perfecta cuadrilla de pringaos que se han dejado los lomos para descargar una exposición sobre las drogas. Exactamente contra las drogas, de la Fundación la Caixa. Hablando de Caixa, bancos, cajas y demás. Quién dice que nos están robando. Gracias a su estúpida exposición sobre los efectos nocivos de las drogas voy a recibir una retribución que no me va a llegar ni para comprarme la soga de la que va a colgar mi rabia. Drogas!!! La verdad que el jodio al que se le ocurrió debía ir de merca hasta las cejas mientras una putita de las Ramblas se la abrillantaba concienzudamente. Pero hay que reconocerselo. Son listos. Mentes brillantes. Lo mejor de nuestra raza. Han sido capaces de despertar a la bestia por la apetitosa cantidad de 7,65 la hora.
Por cierto, es la hora, me voy a la plaza pública...
siempre fuistes bueno con la traspaleta...yo estuve todo todo el puto finde luchando contra la política aquí en Granada,se ha formado una buena...la pena es que aún son muchos los subnormales que van a votar,con todos mis respetos,claro!.Se han formado varias secciones,yo estoy en la de cultura,concretamente en la parte musical del asunto,tocamos unos temillas entre asamblea y asamblea,tambien hago pancartas,es todo lo que puedo aportar. UN SALUDO CAMARADA
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