-NOÉ-
Dice un proverbio turco: El café ideal es negro como el diablo, caliente como el infierno, puro como un ángel y suave como el amor.
Si tuviese que comparar este invento con cualquier otro diré que ni siquiera la bombilla se le acerca.
A diferencia del tabaco, a los que no gustan de este caldo, gusta su olor. Y como yo digo: que mejor despertar que el bofetón dulce del café.
Recomendaciones mínimas: solo doble. Si no ves el azúcar es que no hay. No compres más.
Recomendaciones optimas: cigarro y papel suave seda de combate.
Fabyo, no puedo comentar en tu blog, no sé como coño se hace. "A mis colegas", jodidamente intenso. Aunque tengo celos de que no me lo hayas dedicado a mi...jejejej
ResponderEliminarEl poema está dedicado a todos vosotros; al hermano africano y al desterrado en las islas, a los macarroni, a los colegas de la república independiente de Linares... al boticario... La mención especial es para el oso porque ha insistido mucho en que volviera a la carga con hostias como panes. Me come la ataraxia.
ResponderEliminarvale señor duken...me gusta tu buen gusto y tu intensa brevedad...
ResponderEliminarlo único que mantiene mi corazón caliente en estos días tan fríos son los dos, tres cafés que me tomo al día...si no los días serias de piedra y ya no correría el aire porque todo estaría helado..
ResponderEliminarmiles de reverencias