Cacagénesis:


William Saroyan:
"Es sencillamente imposible insultar al género humano sin sonreír al mismo tiempo".







sábado, 3 de septiembre de 2011

Grandes Biogracias: ZP



-Fabyo Sorel-


Bajo pseudónimo, propio de antihéroe de cómic nacional (lo que para alguien que crea en el poder del nombre que se le da a las cosas lo dice todo desde el principio), se presentó este señor ante su pueblo presumiendo de talante (algo que todavía no sé qué significa exactamente y aprovecho para dejar bien claro desde el principio que me paso por el forro las nuevas reglas de puntuación de los monosílabos de la Real Academia).


Pocos eran los que contaban con que aquel joven desconocido ganara las elecciones generales a la Presidencia del Gobierno en 2004, cuando ascendió al poder sorpresivamente, tras los atentados del 11M. Pienso, y como yo piensan muchos (¿no?), que Zapatero no ganó aquellas elecciones sino que el PP se las puso en bandeja, primero, interviniendo en una guerra que no era nuestra guerra, y después negando que las bombas (las de Vallecas) fueran una respuesta a las otras bombas (las que caían sobre Bagdag. No sé si habrán cesado ya).


En lugar de asumir sus errores y aceptar sus consecuencias, el PP decidió lanzar balones fuera y buscar culpables, algo que en este país lo hacen bien hasta los más tontos, y se inventó la teoría de la conspiración, según la cual los atentados del 11M fueron obra o maniobra de la ETA con el PSOE en la sombra, en lugar de pedir perdón (lo cual aun no han hecho ni probablemente harán nunca) por aquella estúpida acción en contra de una (por primera vez en la historia de España) unánime opinión pública.


Si bien políticamente nefasto, D. José Luis Rodriguez Zapatero, está lejos de ser un terrorista, por más que él y su mano derecha, o más bien su mano derecha y él (no es del todo irrelevante el orden de los factores) se las hayan entendido bien con los que ponen las bombas, incluso hayan dejado caer alguna (ésta metafórica) sobre nuestras cabezas, por no decir que han arrasado literalmente con nosotros.


Podría enumerar los errores del Gobierno presidido por este tipo pero como no tenemos toda la vida me limitaré a comentar su único acierto: Abandonar. Acuciado por la oposición, los medios, organismos económicos, instituciones internacionales, a José Luis le ha podido la presión y se ha visto obligado muy a su pesar a adelantar las elecciones.


El señor Rodriguez Zapatero quisiera ser recordado como el Presidente de los derechos sociales y puede que así sea, porque de hecho nadie nunca ha concedido tantas ayudas. El tan famoso como efímero cheque-bebé, la no más dilatada prestación de los 400 euros (la cual Alfredo Pérez suprimió en uno de esos breves y escasos instantes de racionalidad de este gobierno - lo que los psiquiatras denominan intervalos lúcidos - para volver a anunciar ahora que se acercan las elecciones que sería necesario reimplantarla; esto para que no se le revolucione el personal porque la indignación se lleva mejor si se pilla cacho del erario público), o la en teoría muy loable Ley de Dependencia, y digo en teoría porque será díficil de hacer efectiva. Al fin y al cabo, prácticamente ninguno de los derechos que se nos reconocen en las leyes se hacen patentes en la realidad y así tenemos derechos (¡constitucionales, ojo!) al empleo, pero no al trabajo, derecho al hogar pero no a una casa, etc, etc...


No acaba ahí la generosidad de estos señores. Hace unos días escuché que se destinaban nuevos fondos para el megaproyecto estrella de Mr. ZP: La alianza de civilizaciones. Ayudas para Bolivia y Venezuela para no sé que clase de altruismo desinteresado.


Y es que José Luis es un hombre de ideales, anacrónicos pero ideales, como que el socialismo es un humanismo y ese rollo progre que sólo él sigue creyendo. Pepelu, está dispuesto a darlo todo hasta el final. Él, que es un tipo cultivado, como su colega Pepiño, o la Pajín (la niña de sus ojos) han debido oír la parábola bíblica en la que Jesús explicaba a sus discípulos como una viejecita que había echado unos centimillos al cepillo de la Iglesia había dado en realidad mucho más que los ricachones que daban grandes sumas, porque éstos daban lo que les sobraba mientras áquella había echado todo lo que tenía, y así José Luis está decidido a no dejar ni un sólo euro en las cuentas públicas a su salida del Gobierno, todos repartidos solidariamente entre sus congéneres como buen socialista que es (no sólo de boquilla), dificultando así más si cabe la labor hercúlea que tiene por delante el Gobierno que viene, sea del signo que sea, que ya todos sabemos cual será, porque como dije, al igual que ZP no ganó aquellas elecciones, tampoco Mariano ganará éstas, porque se ve que en España no se premia con el Gobierno a aquellos que lo hacen bien sino que se castiga sacando de Moncloa al que la está cagando.


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