LA COLUMNA
1 de Julio de 2012
Nos la jugamos. Faltan menos de 24 horas para que dé comienzo el espectáculo, y en España la noche del sábado es una inagotable caja de sorpresas que cada uno vive a su manera, como buenamente pueda.
En la puerta del bar, dos colegas discuten a voces – Spain is
different – la alineación titular mientras se fuman un cigarro. Entretanto, la
señora del primero, que se ha visto obligada a dejar la ventana abierta debido
a la ola de calor insoportablemente cruel – que diría Andrés – que azota la
península, da vueltas en la cama y seguirá dándolas hasta las cuatro de la
mañana, y no precisamente porque su marido – que duerme como un tronco – no la
deje dormir.
De hecho la última vez que mantuvieron relaciones íntimas España
todavía era una, grande y libre, y fue únicamente con fines procreatorios,
nunca por placer. (El caudillo no lo habría consentido). A día de hoy, las cosas
han cambiado mucho y en este país ya se jode constantemente y con total
naturalidad.
También los medios de comunicación han cambiado. Expresiones
como internada por la banda, meter el
balón a la olla o pasar la bola
rozando el palo estaban antes completamente prohibidas en las
retransmisiones. Hoy los medios son plurales y los comentaristas imbéciles (con
la excepción del de Canal +, lo que confirma la regla).
Durante la finalísima – el partido más importante de la historia desde
el último con Portugal; el quinto partido del siglo en lo que va de año - una
vez más nos deleitarán con las perlas dialécticas que caracterizan al gremio
(aquello de que gana el que más goles mete o es gol cuando el balón cruza la
línea de meta) mientras nosotros nos mordemos las uñas y nos ponemos finos de
birra.
- Fabyo Sorel -
- Fabyo Sorel -
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