-Africano-
Ahora que no hay nadie voy a esplayarme un rato. Parece como si alguien hubiese soltado una bombita de peste y todos hubiesen salido corriendo. Nadie por las calles. Calor abrasivo abrasando famélicas palomas que, sin nada que llevarse a la boca, esperan, en sus cornisas, apretando sus exprimidos culos buscando un objetivo a alcanzar con sus corrosivas e invisibles cacas. Por cierto, en menos de un mes me han cagado dos. Dos de verdad, de las que se comen el color de la ropa. La primera fue en la plaza de los Reyes, donde quedamos el 19 de Julio los cuatro gatos que integramos el 15mceutí. Apoyado en una farola, mientras miraba a alguien con cara de retrasado mental haciéndole fotos a una horrible pancarta, recibí la ráfaga. Tuve que subir a casa, frotar la zona con agua y jabón y volver. Luego me colocaron una especie de pancarta a lo VENDO ORO en mitad del pecho, en la que aparecía un dibujo indescifrable al que acompañaba unas palabras absudas: "Democratízate". Si Nietzche hubiese estado por allí me habría rajado con las tijeras de su navaja suiza. Gracias a Dios Nietzche está muerto, y si no lo está, tampoco importa. Se dice que no salía los domingos.
Me cagó la segunda, si no lo recuerdo mal, en un nuevo evento revolucionario. Asamblea en nuestra Ágora personal, en la plaza de la Constitución, mientras escuchaba un alegato a favor de la comida ecológica. Esta vez en mitad del hombro. Gracias a Dios alguien tenía un paquete de clinex, el cual me ofreció, y mi novia, con todo su amor y amabilidad, hizo desaparecer el excremento de la zona afectada.
He llegado a pensar que el gobierno esta detrás de todo esto. La caza de brujas ha comenzado y las palomas están metidas de lleno en el ajo. Me siento como Hemingway, con la sensación de tener a todo el FBI pisándome los talones. Ya me lo avisó alguien: "No te enroles en estos desaguisados, luego te fichan y cuando quieras trabajar en algún sitio estas vetado".
La verdad que cosas así acojonan, pero ante mis nulas expectativas de trabajar hasta, al menos, el 2032 no me preocupo demasiado. Para entonces ya estarán todos muertos y sus hijos enganchados a la coca.
El calor aprieta en la urbe. La biblioteca está cerrada. Me he quedado en casa, qué remedio, a estudiar. Ahora que reina el silencio les voy a hablar de mi vecino. Esta mañana ha entrado en su casa a saco un grupo de élite de fumigadores. Decían que aquello era lo más parecido a España pero en formato cucarachas. "La mierda andaba", decían algunos. "Creí que no salía vivo", aseguraban otros. El tipo está chalado. Se dedica a representar cada tarde una especie de debate del estado de la nación mientras ve Sálvame. No deja títere con cabeza. Hasta Ortega Cano, que sigue ingresado, se lleva su parte. No deja de vociferar con su atronadora voz y de joder por el ojo de patio. Su mujer, la pobre, tambien ida de la olla, no se la siente. En fin, hay que estar preparado, la mierda viene de diferentes direcciones.
Me cagó la segunda, si no lo recuerdo mal, en un nuevo evento revolucionario. Asamblea en nuestra Ágora personal, en la plaza de la Constitución, mientras escuchaba un alegato a favor de la comida ecológica. Esta vez en mitad del hombro. Gracias a Dios alguien tenía un paquete de clinex, el cual me ofreció, y mi novia, con todo su amor y amabilidad, hizo desaparecer el excremento de la zona afectada.
He llegado a pensar que el gobierno esta detrás de todo esto. La caza de brujas ha comenzado y las palomas están metidas de lleno en el ajo. Me siento como Hemingway, con la sensación de tener a todo el FBI pisándome los talones. Ya me lo avisó alguien: "No te enroles en estos desaguisados, luego te fichan y cuando quieras trabajar en algún sitio estas vetado".
La verdad que cosas así acojonan, pero ante mis nulas expectativas de trabajar hasta, al menos, el 2032 no me preocupo demasiado. Para entonces ya estarán todos muertos y sus hijos enganchados a la coca.
El calor aprieta en la urbe. La biblioteca está cerrada. Me he quedado en casa, qué remedio, a estudiar. Ahora que reina el silencio les voy a hablar de mi vecino. Esta mañana ha entrado en su casa a saco un grupo de élite de fumigadores. Decían que aquello era lo más parecido a España pero en formato cucarachas. "La mierda andaba", decían algunos. "Creí que no salía vivo", aseguraban otros. El tipo está chalado. Se dedica a representar cada tarde una especie de debate del estado de la nación mientras ve Sálvame. No deja títere con cabeza. Hasta Ortega Cano, que sigue ingresado, se lleva su parte. No deja de vociferar con su atronadora voz y de joder por el ojo de patio. Su mujer, la pobre, tambien ida de la olla, no se la siente. En fin, hay que estar preparado, la mierda viene de diferentes direcciones.
No me extrañaría nada que formarse parte también del 15M.
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